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Homeopatía en Producción Animal

  • 22 de mayo de 2009
  • Tiempo de Lectura: 6 Minutos

Se esta estudiando el uso de la Homeopatía en producción animal, y se están obteniendo buenos resultados sin perjuicio para la salud del animal. Según este estudio la homeopatía actúa favorablemente sobre la ganancia de peso en cerdos y pollos.

Si bien no es mucho lo que se ha estudiado al respecto, investigaciones realizadas en Chile, en la década de los 80, son un claro indicio de la utilidad que ella puede prestar.

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Durante muchos años los laboratorios farmacéuticos han comercializado los llamados «promotores del crecimiento», por lo general antibióticos y hormonas, cuyo uso no está exento de riesgo para el consumidor de las carnes tratadas, (no en vano en los países desarrollados está prohibido su uso).

Con la finalidad de obtener un «promotor del crecimiento» homeopático se estudió la acción de las tres principales Calcáreas homeopáticas (Calcárea carbónica, Phosphorica y Fluorica, más la Baryta carbónica) sobre el crecimiento y desarrollo de pollos Broiler y cerdos de engorde.

De estos ensayos (11 en total) se concluyó que, sin lugar dudas, los medicamentos homeopáticos actúan favorablemente sobre la ganancia de peso de cerdos y pollos, pero dependiendo de varios factores:

* Elección del medicamento: lo cual no es simple si se considera que las técnicas homeopáticas están diseñadas para tratar enfermos, y los animales a tratar, en este caso, están sanos, al menos clínicamente. Por ello se recurrió al estudio de la constitución de los individuos, mediante lo cual se determino que los pollos Broiler son eminentemente «Carbónicos» y los cerdos híbridos son de constitución «Phosphorica».

* La elección de la dilución es igualmente importante: sobre la base de los ensayos realizados en pollos se puede asegurar, que las diluciones inferiores a D12 serían menos efectivas.

* Pero más importante que lo anterior es la «receptividad»: de los animales a la acción del medicamento homeopático. Todo ser vivo tiene un potencial de crecimiento y desarrollo genético que se expresa completamente solo en condiciones ideales de crianza, alimentación y ambientales. En los criaderos más artesanales, las condiciones ambientales distan mucho de ser adecuadas y las dietas por lo general solo cubren las necesidades mínimas, lo que condiciona que cerdos y pollos así criados, se desarrollen por debajo de los estándares de sus razas. Es aquí donde los medicamentos homeopáticos pueden hacer su mejor aporte, ya que permiten aprovechar un poco mejor las dietas deficientes y ayudarían a los animales a adaptarse al medio.

* De existir un cuadro clínico, como es el retardo del crecimiento: el medicamento a administrar debe ser el más similar a la sintomatología los animales afectados. Lo que se demostró al probar Baryta carbónica en cerdos afectados del trastorno antes mencionado.

Un poco de estadísticas

Una crítica recurrente a la medicina homeopática, es la falta de estadísticas sobre sus resultados; es por ello que, para finalizar esta exposición, se incluyen algunos resultados obtenidos en el tratamiento de 54 casos de diferentes grados de parálisis en caninos, los cuales fueron tratados exclusivamente con medicamentos homeopáticos.

Los cuadros de paresias y parálisis son posibles de observar con cierta frecuencia durante la práctica de la clínica de animales menores. Entre las causas de dichos trastornos, la más frecuente es sin lugar a dudas, el virus del Distemper, y en menos proporción las hernias del disco intervertebral, las artrosis y los traumatismos.

El pronóstico de las paresias y parálisis es por lo general malo, ya que la alopatía cuenta con muy pocas herramientas para tratar estos casos, especialmente en los cuadros de Distemper.

De los caninos incluidos en la estadística, el 62.96% (34 casos) correspondían a enfermos de Distemper, 24.07% (13 casos) a cuadros de hernias del disco intervertebral, 5.55% (3 casos) a artrosis en las articulaciones de la cadera, 5.55% (3 casos) a traumatismos y 1.87% (1 caso) a causa desconocida.

La edad de los pacientes fluctuó entre los dos meses y medio y los doce años. El diagnostico en los casos de Distemper se hizo sobre la base de la sintomatología clínica; en los demás cuadros se recurrió a estudios radiológicos.

El número de prescripciones varió entre dos y siete, con un promedio de cuatro, el tiempo transcurrido entre una prescripción y otra dependió de la evolución del caso, en promedio cada diez o quince días. Los tratamientos duraron entre uno y tres meses.

Los medicamentos homeopáticos más utilizados fueron doce; siendo los principales Gelsemium, Plumbum, Nux vomica, Causticum, Conium, Cocculus y Calcium fluoratum, junto al organoterápico Cartílago, estos dos últimos en los casos de hernia del disco intervertebral.

Las diluciones utilizadas variaron entre la D6 y la D1.000. Los medicamentos se administraron en forma de glóbulos o gotas, por vía oral, lejos de las comidas.

De los 54 casos, 37 (68.51%) se recuperaron en forma satisfactoria, considerándose como tal aquellos caninos que fueron capaces de caminar y desarrollar sus funciones básicas (alimentarse, defecar, orinar) sin ayuda externa de ningún tipo.

Según etiología, los medicamentos homeopáticos demostraron ser altamente efectivos en los cuadros de hernia del disco intervertebral, ya que recuperaron el 76,92% de los casos (10 pacientes de 13).

En los cuadros de Distemper, la eficiencia fue de un 64.7% (22d e 34 casos). En las artrosis y los traumatismos se recuperaron el 66.6% de los pacientes (2 de 3 casos de cada etiología).

El porcentaje de casos recuperados, casi un 70%, es sin lugar a dudas interesante, por ser las paresias y las parálisis cuadros en que la eutanasia es muy frecuente, especialmente ante las secuelas del distemper.

Para terminar solo resta por citar las palabras con que Hahnemann dio por concluido su charla sobre medicina veterinaria: «Porque también esos pobres animales, incapaces de acusar a quienes los maltratan, son merecedores de la compasión de las personas humanitarias».

Autor: Dr. Flavio F. Briones
Médico Veterinario