El gen del desorden compulsivo canino comparte familia con gen del autismo
- 21 de enero de 2010
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Un locus en el cromosoma 7 canino que confiere un alto riesgo de susceptibilidad al desorden compulsivo ha sido identificado a través de la colaboración entre el Servicio de Conducta en la Facultad de Medicina Veterinaria Cummings, el Programa en Genética Médica de la Facultad de Medicina en la Universidad de Massachusetts y el Instituto de Extensión en el Instituto de Tecnología Massachusetts. Los hallazgos están publicados en la edición de Enero 2010 de Molecular Psychiatry.
El desorden obsesivo compulsivo está caracterizado por conductas que son laboriosas, repetitivas y afecta casi al 2% de humanos, mientras que el equivalente canino igualmente angustioso, desorden compulsivo canino, o CCD, parece enfocar a ciertas razas de perros, especialmente Dobermans y Bull Terriers. Por más de una década, los expertos en conducta Drs. Dodman y Moon-Fanelli, en la Facultad de Medicina Veterinaria Tufts Cummings colectaron muestras de sangre y caracterizaron cuidadosamente a los pacientes Dobermans exhibiendo conductas compulsivas succionando el flanco y/o mantas, así como Dobermans saludables no afectados. En el 2001, Edward Ginns, PhD, MD, jefe del Programa en Genética Médica en la Facultad de Medicina de UMass, se unió al esfuerzo, permitiendo estudios genéticos que culminaron con el estudio de asociación de extensión del genoma que comenzó en el 2007 utilizando la matriz de genotipificación Affymetrix en el Instituto de Extensión.
El sitio del cromosoma 7 significativamente asociado mayormente con el CCD está localizado dentro del gen neural cadherina-2, CDH2. El CDH2 es ampliamente expresado, mediando el flujo actividad sináptica-calcio relacionada a la adhesión neuronal. Los perros que muestran conductas compulsivas múltiples tienen una frecuencia mayor del “riesgo” asociado con la secuencia de ADN que los perros con un fenotipo menos severo (60 y 43%, respectivamente, en comparación al 22% en los perros no afectados). Esta asociación altamente significativa del CCD con la región del gen CDH2 en el cromosoma 7 es el primer locus genético identificado para cualquier desorden compulsivo animal y origina la intrigante posibilidad de que el CDH2 y otras proteínas de adhesión neuronal estén involucradas en las conductas compulsivas humanas, incluyendo aquellas observadas en el desorden de autismo espectral. El gen neural cadherina-2, CDH2, es un gen candidato de la enfermedad especialmente atractivo ya que está involucrado mediando la adhesión de la intersección neuronal pre-sináptica y post-sináptica, la consecuencia axonal neuronal y la orientación en el sistema nervioso central durante el desarrollo cuando las críticas redes de nervios cerebrales son establecidas.
“El gen CDH2 es expresado en el hipocampo, una región cerebral que se sospecha está involucrada en el OCD. Además, este gen supervisa estructuras y procesos que posiblemente son instrumentos en la propagación de las conductas compulsivas – por ejemplo, la formación y apropiado funcionamiento de receptores de glutamato”, dijo el Dr. Nicholas Dodman, profesor de ciencias clínicas en la Facultad de Medicina Veterinaria Cummings en la Universidad Tufts y el autor que conduce el estudio. El Dr. Dodman añadió que “este hallazgo es congruente con la evidencia actual de que los bloqueadores NMDA son efectivos en el tratamiento del OCD”.
“La ocurrencia de conductas repetitivas y similitudes en la respuesta a los tratamientos farmacológicos en el CCD canino y el OCD humano sugieren que están involucradas rutas comunes” dijo el Dr. Ginns, profesor de Patología Clínica, Neurología, Pediatría, Psiquiatría y Neurociencia en la Facultad de Medicina de UMass. El Dr. Ginns está esperanzado en que “nuestros hallazgos conducirán a una mejor comprensión de la biología del desorden compulsivo y faciliten el desarrollo de pruebas genéticas, permitiendo intervenciones más tempranas y aun el tratamiento o prevención de los desórdenes compulsivos en caninos y humanos en riesgo”. “Esta guía es tan intrigante que nosotros miramos hacia delante para trabajar con el grupo del Dr. Dodman para extender nuestros actuales hallazgos hacia otras poblaciones”, añadió la Dra. Marzena Galdzicka, profesora asistente de Patología Clínica en la Facultad de Medicina de UMass. Las colaboraciones ya están en progreso con el grupo del Dr. Dennis Murphy en el Instituto Nacional de Salud Mental para determinar la extensión a la cual el CDH2 confiere riesgo para los desórdenes humanos de OCD y autismo espectral.
Via: DVM Veterinary Medicine