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Los priones pueden ayudar en la persistencia de la memoria

  • 15 de febrero de 2010
  • Tiempo de Lectura: 4 Minutos

Los priones, proteínas más conocidas por el rol «negativo» que desempeñan en la propagación de la enfermedad de las vacas locas, también pueden tener un papel positivo e importante en la persistencia de la memoria.

Esta sugerencia tentativa es la conclusión de un estudio publicado el 5 de de febrero en la revista Cell y realizado por el Dr. Kausik Si del Instituto Stowers de Investigación Médica, ciudad de Kansas, Missouri, el premio Nobel Dr. Eric Kandel de la Facultad de Médicos y Cirujanos de la Universidad de Columbia, Nueva York, y colaboradores.

Si dijo a la prensa que: «La persistencia de la memoria es un problema fundamental. Las experiencias son temporales; suceden una sola vez, pero de alguna manera deben conducir a cambios [en el cerebro] que son permanentes«.

Estos cambios deben producirse a través de moléculas, incluyendo a las proteínas, dijo Si, pero queda una pregunta importante: «¿Cómo se puede mantener un estado estable con moléculas biológicas inestables?»

En este último estudio, Si y sus colaboradores creen que pueden haber encontrado la clave en los priones.

Los priones pueden adoptar dos estados, uno de los cuales es dominante y con características de autoperpetuación. Esto significa que una vez que una proteína entra en este estado puede transformar a otras proteínas no priónicas a su mismo estado: de ese modo una vez que el estado del prión se activa, se convierte en estable y autorrenovable.

Para el estudio, Si y sus colegas se centraron en la babosa marina Aplysia, que los científicos han estado utilizando durante décadas en los experimentos relacionados con la memoria y el aprendizaje.

Cuando usted toca las branquias de esta babosa marina, se retiran; y cuando «entrena» a los animales al mismo tiempo que les da una descarga, el reflejo de retracción se hace más fuerte hasta durante un mes.

Los científicos ya habían descubierto que este comportamiento aprendido se producía a causa de un conjunto específico de neuronas sensoriales y motoras que responden a la serotonina.

Pero en este estudio, Si y sus colegas prestaron atención a las proteínas que están alrededor de la sinapsis, en el punto donde se activa la serotonina: una de ellas era una proteína llamada CPEB (proteína de unión al elemento de poliadenilación citoplasmática). Al observar su estructura, la proteína se parecía a los priones que los científicos habían descubierto años atrás en la levadura, y que tenía funciones conocidas.

En un estudio anterior, Si había informado que la proteína de la babosa no mostraba propiedades similares a las de un prión cuando estaba en la levadura; pero en este estudio, encontraron que las proteínas cambiaban a su estado de prion y se aglutinaban (comportamiento típico de los priones) en presencia de la serotonina, tal como lo hacían en las neuronas sensoriales de la Aplysia.

Para confirmar esta idea, los investigadores utilizaron un anticuerpo para señalar la proteína del prión aglutinado y descubrieron que bloqueaba la persistencia de las conexiones neuronales que constituyen la base celular del aprendizaje y la memoria.

Si y sus colegas dijeron que los hallazgos sugieren que la memoria puede depender de un mecanismo bastante único, que incluye la forma del prión de la CPEB. Esto se suma a un creciente grupo de evidencia de que los priones pueden tener un papel más amplio en la biología más que solamente causar enfermedades.

El equipo llegó a la conclusión de que: «Estos resultados son consistentes con la idea de que la ApCPEB puede actuar como una proteína autosostenida en el sistema nervioso y por lo tanto podría permitir que el cambio en la eficacia sináptica dependiente de la actividad persista durante largos períodos de tiempo».

Sin embargo, Si advirtió que aún no han demostrado que el bloqueo de la capacidad de autoperpetuación de la CPEB en realidad obstruya la memoria. Para ello, tendrían que demostrar que una babosa con una forma mutante de la proteína aprende y luego olvida rápidamente.

Los hallazgos ofrecen «por lo menos una idea» de cómo podría persistir la memoria, dijo Si, quien sospecha que la aparente función de las proteínas en la memoria puede llegar a ser un fenómeno más general.

Si y sus colaboradores están observando la CPEB en moscas, y señaló que los seres humanos también tienen una proteína similar.

Via: Veterinary – Medical News Today