Lidiando con el dolor por la pérdida de un amigo leal. Afrontando la muerte de una mascota.
- 7 de abril de 2010
- Tiempo de Lectura: 5 Minutos
Cuando una mascota muere, muchos experimentan un proceso de duelo que se complica por situaciones que van desde como decirles a los niños hasta lidiar con amigos poco empáticos.
Las mascotas ofrecen amor incondicional y aceptación. No tienen prejuicios, no critican y siempre están contentos con la atención que sus dueños están dispuestos a darles. ¿Es de extrañar que muchas personas experimenten tristeza extrema y, a veces enojo, negación y culpa cuando muere su querida mascota?
El Dr. Alan D. Wolfelt, un tanatólogo clínico y director del Centro para la Pérdida y transición de la vida (Center for Loss and Life Transition) en Fort Collins, Colorado, afirma en su publicación “Cómo ayudar a su familia a enfrentar la muerte de su mascota” (Helping Your Family Cope when a Pet Dies) que el 84% de los dueños de animales considera que su mascota es un miembro de la familia.
Al igual que es importante hacer duelo cuando un ser querido muere, es imperativo que los dueños de las mascotas no nieguen su necesidad de entristecerse en este momento.
¿Hasta qué punto es normal el duelo?
La manera intensa de mostrar duelo es un asunto individual. Las personas sufren una pérdida de diferentes maneras y en diversos grados, incluso dentro de una familia. Es importante respetar el proceso de duelo de cada persona, sin emitir juicios en torno al modo de afrontarlo.
La mayoría de adultos ya sabe lo que es llorar la pérdida de un ser querido y se da cuenta de que es imprescindible tener una salida para ese dolor, ya sea a través del habla y las lágrimas, un poema o una carta a la mascota, o la creación de un álbum de recortes. Las salas de chat con otras personas que atraviesan por la misma situación también pueden ofrecer una fuente de consuelo.
Los niños necesitan llorar sus pérdidas de la misma manera que los adultos. La muerte, sin embargo, puede originar que un niño recuerde otros hechos dolorosos o pérdidas, según la Academia Americana de Psiquiatría para Niños y Adolescentes (AACAP, por sus siglas en inglés), en su artículo, “Cuando se muere un animal doméstico” en la publicación en línea “Información para la Familia” (mayo, 2008.)
Tal vez no sea sorprendente, entonces, que después de la muerte de una mascota el niño reviva sentimientos de tristeza por el divorcio de sus padres o, por el contrario, reviva la pérdida de la mascota mientras atraviesa el divorcio de sus padres.
Según la AACAP, “Un niño que aparenta estar abrumado por la pena y no es capaz de realizar su rutina normal puede beneficiarse con una evaluación a cargo de un siquiatra de niños y adolescentes u otro profesional de la salud calificado”.
Cómo decirle a un niño que su mascota murió o está moribunda
Según la AACAP, los niños menores de 9 años no entienden que la muerte es definitiva. Los padres deben ser confortadores, pero honestos, con sus hijos. Los cuidadores deben evitar el uso de palabras tales como «acostar» o «dormir» cuando hablan de la eutanasia en una mascota ya que pueden crear falsas esperanzas en un niño, quienes creen que la situación no es permanente y que la mascota puede regresar.
Los niños necesitan saber que la mascota no despertará de nuevo y, de ser posible, se les debe permitir despedirse de ella. Además, evite decir que la mascota ha escapado ya que los niños pueden tener sentimientos de culpa al pensar que han provocado la huida de la mascota.
Hay muchos libros que pueden ayudar al niño a comprender y aceptar la muerte de una mascota. Fred Rogers, conocido como Señor Rogers en un programa televisivo para niños, escribió un libro titulado “Cuando se muere una mascota” (When a Pet Dies, Putnam, 1988), que transmite su estilo de comunicación tranquilo y suave.
¿Qué decirle a alguien desconsolado?
Es importante recordar que las frases típicas no ayudan. El hecho de escuchar que la tristeza intensa es “sólo por un animal” o que se puede “conseguir otra mascota” no ayudará.
En su lugar, exprese simpatía por la pérdida de alguien y por su tristeza. Dele un abrazo si se siente que es lo correcto y comparta recuerdos positivos de la mascota, si es posible. Como en cualquier situación como esta, a veces está bien sólo estar ahí, y preguntar al amigo o ser querido si necesita algo.
Sólo la persona en duelo sabrá realmente cuándo es el momento adecuado de obtener una nueva mascota. Este tipo de dolor es persistente y deberá ser reconocido antes de que disminuya. Como el Dr. Wolfelt escribe: “A pesar de que las personas a su alrededor pueden intentar minimizar el dolor, debe aceptar el daño para que éste se reduzca. Sea paciente y tolerante a medida que avanza lentamente hacia la curación”.
Via: Petcare Suite101