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Bartonelosis: ¿Qué sabemos? ¿Qué podemos hacer?

  • 4 de mayo de 2010
  • Tiempo de Lectura: 9 Minutos

Un ensayo de inmunofluorescencia microfotografía de bartonella hensalae.

Cada vez más, se les pide los veterinarios responder a las preguntas relacionadas con las enfermedades potencialmente zoonóticas. Cuando se trata de bartonelosis, las respuestas pueden ser particularmente difíciles de formular por presentar síntomas frecuentemente vagos o ausentes de la enfermedad y la dificultad para identificar y controlar la infección. Artículos recientes resumen la patogénesis y el potencial zoonótico de especies con Bartonella dirigidas a dar a los médicos veterinarios la información más reciente sobre estas bacterias evasivas. La Bartonellosis en gatos, perros y seres humanos recientemente fue revisada por diferentes grupos de investigación Veterinary Microbiology, The Journal of Applied Microbiology, y The Journal of Veterinary Emergency and Critical Care.

TRANSMISIÓN

Muchas especies de estas pequeñas bacterias gran negativas existen y un gran número de artrópodos son vectores confirmados o potenciales para la transmisión de estas bacterias entre animales. La función de las especies de Bartonella como causa de enfermedad en los animales domésticos y los seres humanos aún se está investigando. Los gatos son un reservorio primario para las importantes especies zoonóticas de Bartonella henselae y Bartonella koehlerae, así como otras especies de Bartonella. Sin embargo, la nueva información confirma que los perros, roedores, y muchos otros huéspedes también son reservorios para diversas especies de Bartonella, por lo que se debe informar a los clientes sobre esta fuente potencial de enfermedades importantes. Los Artrópodos vectores como pulgas, garrapatas y moscas que pican, pueden transmitir la bacteria y que luego localizan a los eritrocitos y a las células endoteliales. Desde allí, la bacteria puede provocar infecciones en diversos tejidos u órganos. Además, los gatos y los perros pueden ser infectados con más de una especie de Bartonella, complicando aún más el diagnóstico. La prevalencia de B. henselae, el principal agente responsable de la enfermedad por arañazo de gato en los seres humanos, es en gran parte dependiente del clima, el aumento de la temperatura y la humedad. Los gatos menores de 1 año de edad y los que son callejeros tienen más probabilidades de ser portadores de la bacteria.

En los gatos, las pulgas son responsables de transmitir las especies zoonóticas más comunes de Bartonella. La bacteriemia crónica periódica es común en los gatos, dificultando la identificación y control. Experimentalmente, los gatos resultan infectados por excrementos de la pulga inyectados por vía intradérmica, similar a la bartonelosis humana contraídos de arañazos o mordeduras de gatos contaminados. Y la sangre infectada del gato también ha demostrado ser un medio de transmisión entre gatos cuando se inyecta por vía intramuscular o intravenosa. Sin embargo, en ambientes libres de pulgas, no se ha señalado la transmisión de infecciones entre individuos y; en perros y gatos, la enfermedad natural parece requerir de un artrópodo vector. Probablemente las garrapatas son otro vector en los gatos, perros, seres humanos y otros mamíferos. La Bacteriemia recurrente es común y los individuos infectados no parecen tener una protección inmune significativa luego de la infección. Esta falta de inmunidad posterior puede deberse en parte a la gran variedad de especies y subespecies de Bartonella ya que no se ha demostrado que la protección cruzada se produzca. Además, las especies de Bartonella tienden a localizarse dentro de los eritrocitos y otras células que se encuentran aisladas tanto en respuestas inmunológicas naturales como en antibióticos.

SÍGNOS CLÍNICOS

Los gatos y los perros no presentan con frecuencia sígnos clínicos de bacteriemia por bartonelosis. Si se presentan los sígnos, pueden ser muy sutiles y a menudo pasan inadvertidos por los dueños. Cuando los sígnos se presentan, incluyen con más frecuencia fiebre leve, uveítis, endocarditis y, en algunos casos, la miocarditis. Las especies de Bartonella han sido cultivadas de diversos tejidos, derrames y trasudados en animales enfermos; sin embargo, el papel de las bacterias en la enfermedad no está claro. Además, se ha observado que los gatos bacteriémicos padecen de una enfermedad transitoria seguida de estrés tales como después de una intervención quirúrgica. Las infecciones también pueden contribuir a la inmunosupresión, lo que predispone a los pacientes a otras infecciones. Los gatos infectados experimentalmente desarrolan adenopatías transitorias, fiebre y síntomas neurológicos leves.

Se dispone de menos datos en los perros. Sin embargo, en ellos, la bartonelosis se ha asociado con mayor consistencia con endocarditis, sobre todo en perros de razas grandes.

En los seres humanos, la infección zoonótica más común es la enfermedad por arañazo de gato, la cual se caracteriza por el desarrollo de una pústula en el sitio de la inoculación de unos siete a 12 días después un arañazo de gato y dura aproximadamente de una a tres semanas. Esto a menudo es seguido por una fiebre baja y la aumento de tamaño de un ganglio linfático regional. Estos síntomas pueden durar semanas o meses. Los síntomas más generalizados o sistemáticos son menos comunes pero pueden ocurrir.

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico de la infección de las especies de Bartonella es difícil. Probablemente a los veterinarios se les pide examinar a las mascotas saludables cuando los mismos dueños se encuentran infectados o cuando alguien en el hogar se encuentra inmunocomprometido. En los gatos, el método más confiable para detectar bacteriemia son los hemocultivos. Como la bacteriemia tiende a ser recurrente, se recomiendan los hemocultivos en los gatos enfermos con antecedentes sospechosos y signos clínicos o si el médico tratante lo solicita. En los perros, la bartonelosis debe ser considerada siempre en casos de endocarditis y enfermedad granulomatosa.

Las pruebas serológicas no se encuentran exentas de limitaciones y han demostrado no ser altamente sensibles en perros y seres humanos. En los gatos, los frecuentes resultados falsos negativos convierten a esto en una herramienta poco confiable para descartar la infección por especies de Bartonella. También se ha utilizado la prueba estándar de PCR.

Un nuevo enfoque de diagnóstico que involucra el enriquecimiento de cultivos en especies de Bartonella desde la sangre u otros fluidos y tejidos (BAPGM- Diagnóstico Galaxy) seguido de pruebas de PCR está mostrando mejor eficacia diagnóstica.

TRATAMIENTO

¿Cómo se trata esta bacteriemia? No existen pautas concretas que se hayan adoptado, pero no se recomienda tratar a animales sanos. Los antibióticos como la enrofloxacina, doxiciclina, eritromicina, amoxicilina y tetraciclina han sido probados; sin embargo, se necesitan más estudios para determinar su eficacia contra varias especies de Bartonella en animales infectados. Se ha sugerido la Azitromicina por su actividad intracelular, pero no ha habido nuevamente suficientes datos o pruebas que determinen su eficacia en estos casos. En todos los casos, es necesario un curso largo de terapia con antibióticos (de cuatro a seis semanas), no sólo para eliminar la infección, sino para reducir el riesgo de desarrollar bacterias resistentes.

El diagnóstico y el tratamiento se complica aún más en los perros por el hecho de que los perros con exposición conocida de garrapatas pueden coinfectarse con otras enfermedades transmitidas por vectores como ehrilichiosis, babesiosis u otras infecciones rickettsiales.

PREVENCIÓN

La prevención es un área importante para centrarse y aquí es donde los veterinarios pueden desempeñar un papel vital. No realizar transfusiones de sangre de individuos seropositivos o con cultivo positivo, y animar a los clientes para evitar la exposición de animales infectados y vectores artrópodos. Los veterinarios se encuentran en un alto riesgo de exposición extensa a los animales bacteriémicos, artrópodos vectores (por ejemplo, pulgas, garrapatas) y tejidos y fluidos potencialmente infectados. Los niños y las personas en contacto con los gatos más jóvenes o aquellos con plagas de pulgas grandes también se encuentran en mayor riesgo de infección.

Evitar los pinchazos de aguja, el lavado de manos y heridas profundas y la manipulación de tejidos potencialmente infectados, derrames y otras muestras de pacientes con atención adecuada pueden ayudar a prevenir la infección

POTENCIAL ZOONÓTICO

Varias especies de Bartonella son potencialmente zoonóticas y pueden causar una serie de síndromes clínicos en las personas, además de la enfermedad por arañazo de gato, como las encefalopatías en los niños, fiebre recurrente con bacteriemia, endocarditis, neuritis óptica, granulomas pulmonares, hepáticos y esplénicos y muchos otros. Las infecciones localizadas son más comunes, pero la enfermedad sistémica se encuentra probablemente en los individuos inmunocomprometidos. Dependiendo de las especies de Bartonella, las personas pueden infectarse por la inoculación con excrementos de la pulga de gatos o arañazos y mordeduras de perros o directamente por artrópodos vectores. Informar a los clientes de estas bacterias, cómo se transmiten y especialmente sobre su asociación con plagas de pulgas o garrapatas. Alentar a los clientes a fin de proporcionar el control de pulgas y garrapatas en sus mascotas, evitar actividades que puedan ocasionar probables mordeduras o arañazos, lavar las heridas profundamente y buscar atención médica cuando sea necesaria.

RESUMEN

La Bartonelosis es una seria preocupación zoonótica. Estos recientes artículos revisan la enfermedad y proporcionan información vital relacionada a la bacteria Bartonella. También identifican la necesidad de más estudios para entender mejor, diagnosticar y tratar este sigiloso patógeno.

Guptill L. Bartonellosis. Vet Microbiol 2010;140(3-4):347–359.

Chomel BB, Kasten RW. Bartonellosis, an increasingly recognized zoonosis. J Appl Microbiol 2010, Jan. 22. [Epub ahead of print]

Breitschwerdt EB, Maggi RG, Chomel BB, et al. Bartonellosis: an emerging infectious disease of zoonotic importance to animals and human beings. J Vet Emerg Crit Care 2010;20(1):8-30.