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Investigan origen genético de la agresión canina

  • 10 de agosto de 2010
  • Tiempo de Lectura: 3 Minutos

El control de las diferentes conductas es un proceso complejo que está influenciado por factores genéticos y medioambientales. Un estudio revela conexiones interesantes entre la agresión canina y los genes que están involucrados en la neurotransmisión cerebral.

Para su tesis doctoral, Jørn Våge ha estudiado aspectos conductuales genéticamente controlados en los perros, con especial énfasis en la agresión.

Los problemas de comportamiento en los perros, en particular la agresión hacia las personas, son a menudo la razón por la cual los perros sanos se reprimen. La agresión y el comportamiento relacionado con la ansiedad también tienen un efecto negativo en el bienestar animal ya que las influencias del estrés influyen en la salud física y mental de los perros.

Las diferentes razas de perro con diversas formas de comportamiento específico actúan como aislados genéticos y por ello son aptos para su uso en estudios de características complejas como el comportamiento. Los perros presentan similitudes con algunas enfermedades de los seres humanos y ofrecen buenas oportunidades para realizar estudios comparativos en el campo de la genética médica; por lo tanto, los perros pueden ser valiosos modelos genéticos para estudiar varios trastornos humanos.

El sistema nervioso central, sus neurotransmisores y las redes intrincadas de receptores desempeñan un papel clave en este estudio de la genética del comportamiento. La serotonina y la dopamina son neurotransmisores cerebrales y tienen una función importante en el control de la conducta. Muchos de los medicamentos que se utilizan para el tratamiento de los trastornos psicológicos tienen un efecto en estos neurotransmisores.

Los sistemas de neurotransmisores tienen muchos diferentes receptores y enzimas que regulan la producción y distribución de las sustancias psicoactivas. T odas las etapas de estas reacciones están controladas por los genes y pueden ser fuentes potenciales de los cambios conductuales.

El estudio doctoral ha puesto de manifiesto una variación en los genes relacionada con la serotonina y la dopamina en los perros. Våge utilizó estas variaciones como marcadores en el estudio y descubrió conexiones entre las variantes individuales de los genes y el comportamiento agresivo en los perros.

La tesis incluye también estudios de la actividad genética (estudios de expresión) en diferentes áreas del cerebro tanto en perros agresivos como en perros no agresivos.