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Perros ayudan a investigadores a mejorar su comprensión sobre el cáncer de hueso

  • 15 de agosto de 2011
  • Tiempo de Lectura: 3 Minutos

Un equipo dirigido por el Dr. Jaime Modiano, experto en medicina comparativa del Centro Masónico del Cáncer y la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Minnesota, descubrió un patrón genético que distingue la forma más grave de cáncer óseo de una forma menos agresiva en los perros. Los perros son la única especie además de los humanos que desarrolla esta enfermedad de manera espontánea con cierta frecuencia.

“Nuestros hallazgos allanan el camino para desarrollar pruebas de laboratorio que puedan predecir el comportamiento de este tumor en los perros y en los niños al momento del diagnóstico”, dijo el Dr. Jaime Modiano, experto en medicina comparativa del Centro Masónico del Cáncer y la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Minnesota. “Esto nos permite adaptar un tratamiento individualizado para satisfacer las necesidades del paciente”.

“Los pacientes con una enfermedad menos agresiva podrían ser tratados de manera conservadora, reduciendo así los efectos secundarios y los riesgos asociados con el tratamiento, mientras que los pacientes con una enfermedad más agresiva podrían ser tratados con una terapia más intensa”, dijo Modiano.

El cáncer de hueso por lo general afecta a los niños. El curso y la agresividad de la enfermedad pueden variar de paciente a paciente y es muy difícil de predecir. Algunos pacientes responden muy bien a las terapias convencionales. Su enfermedad muestra un comportamiento menos agresivo y pueden sobrevivir durante décadas sin recurrencia alguna. Otros pacientes no responden bien al tratamiento o la enfermedad regresa rápidamente. A menudo, estos pacientes sobreviven menos de cinco años.

De hecho, los perros son mucho más propensos a desarrollar cáncer de huesos que los humanos, pero según Modiano – quien se especializa en la relación que existe entre la enfermedad de los humanos y los animales – las formas humanas y caninas de cáncer de hueso son muy similares y el patrón genético es una coincidencia exacta. El descubrimiento de esta clave que diferencia el pronóstico puede ser beneficioso en la planificación del tratamiento de los pacientes humanos con cáncer de hueso.

El posterior impacto de los resultados

Los investigadores esperan utilizar sus hallazgos para desarrollar pruebas de laboratorio prácticas y útiles dirigidas a los seres humanos y los animales de compañía con el fin de ayudar a los proveedores de atención clínica a determinar el tipo de cáncer al que se enfrenta un paciente, y lo agresivo que puede ser la enfermedad.

Luego, dependiendo del tipo de cáncer de un paciente, los médicos, en consecuencia, podrían ajustar las intervenciones y los planes de tratamiento.

“Los pacientes con una enfermedad menos agresiva podrían ser tratados de manera conservadora, reduciendo así los efectos secundarios y los riesgos asociados con el tratamiento, mientras que los pacientes con una enfermedad más agresiva podrían ser tratados con una terapia más intensa”, dijo Modiano.

El estudio fue financiado por National Cancer Institute, AKC Canine Health Foundation y Kate Koogler Canine Cancer Fund.