Abordaje al paciente con disnea. Dr. Cesar Villalta. CEEV 2011. Quito Ecuador.
- 12 de diciembre de 2011
- Tiempo de Lectura: 2 Minutos
La disnea es un problema muy común en la práctica de pequeños animales y puede llegar a confundir muchas veces al clínico debido a que tiene diferentes orígenes.
El Dr. César Villalta Riesgo, director del Hospital Clínico Veterinario VETS de Chile, comenta que hay que entender que el centro respiratorio parte desde el cerebro a la unión neuromuscular y luego a la función pulmonar, pero que también puede verse afectado por transtornos cardiovasculares, endocrinos, metabólicos. Por lo tanto, cualquiera de los sistemas, desde el nervioso hasta el sistema cardiovascular pueden provocar disnea.
La disnea debe ser manejada desde un punto de vista integral. Cuando nos llega un paciente con disnea lo primero que debemos preguntarnos es de qué tipo de dísnea se trata. Las disneas que tiene origen respiratorio bajo tienen disnea espiratoria, y las producidas por laringe, tráquea extratorácica o incluso parte de la faringe tienen disnea inspiratoria.
El especialista también menciona que es importante realizar pruebas diagnósticas complementarias como rayos X de torax y ecocardiografía. Las pruebas bioquímicas para medir el BNP o factor natriourético cerebral nos puede decir si la disnea es de origen cardiogénico o no cardiogénico.
Debemos tener claro si la disnea pone en riesgo la vida del paciente en cuyo caso se debe realizar entubación orotraqueal inmediatamente. El Dr. Villalta menciona que «Todo paciente con disnea debe recibir oxígeno, y en esto todos los veterinarios estamos en deuda con nuestros paciente y propietarios. Por lo tanto, un tanque de oxígeno, un tubo endotraqueal, etc., deben ser parte del equipo estándar del clínico actualmente».
En resumen, la disnea es un signo que puede poner en riesgo la vida de nuestros pacientes y puede tener origen central como encefalitis o neuromuscular como la polimiositis o miastenia gravis. También puede ser de origen respiratorio puro como como una laringitis o neumonía. También puede ser de origen cardiovascular como el edema pulmonar, la efusión pleural. Puede tener origen neoplásico, puede tener origen metabólico, a través de la acidosis y compensación a través de la hiperventilación.
La disnea sin importar el origen que tenga debe ser tratada como una medida de urgencia.