Un estudio reciente realizado por la Universidad de Marylan (EEUU) afirma que los perros favorecen la disminución  de la presión sanguínea de sus dueños en sus actividades diarias.

El estudio, que fue financiado por WALTHAM Center for Pet Nutrition, analizó a 32 dueños de mascotas caninos y felinos mayores de 50 años y con hipertensión moderada.

La presión arterial fue medida de manera automática, mediante un dispositivo que llevaban durante unos 20 minutos mientras realizaban sus actividades cotidianas, realizándose en 3 días diferentes, en un periodo de tres meses, que permitió a los investigadores tener en cuenta factores como: la actividad física y el humor que puede influenciar en la presión sanguínea.

“Este es el primer estudio para examinar la presión sanguínea según condiciones de vida normal y con la presencia de animales” dijo la principal autora del estudio Erika Friedman Ph. D, profesora de la Universidad de Maryland. “Esto nos permitió evaluar en tiempo real el impacto de la compañía de los animales con sus dueños en su vida cotidiana”.

De los 21 participantes quienes eran dueños sólo de perros, los resultados mostraron que la presencia de un perro disminuyó significativamente la presión sanguínea sistólica y diastólica.

Este estudio mejora nuestro entendimiento del impacto positivo de los perros en la presión sanguínea de individuos con hipertensión, afirma Friedman. Los hallazgos además refuerzan cada vez más la evidencia que respalda el rol terapeútico de los animales puede jugar en mejorar la salud en general y la cardiovascular.

Sorprendentemente, no sucedió lo mismo con los dueños de gatos. De los 8 participantes del estudio dueños solamente de gatos, los hallazgos señalaron que el promedio la presión sanguínea sistólica de un adulto mayor fue baja y la presión sanguínea diastólica fue alta cuando el gato estuvo presente.

Los resultados fueron inesperados ya que estudios tempranos mostraron que los gatos son asociados con disminución de estrés y una baja presión sanguínea sistólica y diastólica.

Fuente: Veterinary Practice News