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UNESP prueba un dispositivo biodegradable para operar canes con catarata en Sao Paulo

  • 30 de julio de 2014
  • Tiempo de Lectura: 5 Minutos

Investigación desarrollada en Jaboticabal selecciona canes para cada procedimiento. El aparato libera antiflamatorios en el ojo del animal y ayuda al post-operatorio.

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A los 9 años Astor pasa por primera vez por una evaluación oftalmológica. El enrojecimiento del ojo derecho llevó al estudiante Rodrigo Calminatti Ernesto a buscar un especialista en oftalmología canina. Aquella vez, el diagnóstico del labrador de Ernesto fue de uveítis – inflamación intraocular que surge de otra dolencia en el organismo. Pero la sospecha del dueño era que el perro estuviese con catarata.

Fue justamente la catarata que llevó al grupo de investigadores del departamento de la clínica y cirugía veterinaria de la Unesp de Jaboticabal (SP) a desarrollar un tratamiento que puede ser un paso para el éxito de cirugías de cataratas en perros con edad avanzada. El grupo prueba la aplicación de un dispositivo biodegradable en los animales, capaz de liberar antiflamatorios en los ojos operados. El procedimiento, según los médicos veterinarios investigadores, deja el uso de algunos colirios en el proceso post-operatorio lo que puede ayudar en una recuperación más rápida y disminuir los riesgos de inflamación ocular en los canes.

De acuerdo con el profesor del departamento, José Luiz Laus, el procedimiento optado en las cirugías de cataratas en perros es el mismo utilizado en humanos. La técnica, conocida como facoemulsificación, consiste en la extracción de “la lente” que se forma en el cristalino y en la aplicación de una lente acrílica en los ojos del paciente. La gran diferencia, sin embargo, consiste en el proceso post-operatorio.

«El ojo de del perro se inflama de 10 – 15 veces más que el ojo del hombre. Esa es la principal razón por la cual aún no conseguimos el mismo índice de éxito como en el ojo humano. Si el ojo se inflama mucho, el post operatorio quedará comprometido», explica.

Para intentar minimizar el problema, los investigadores tomaron la iniciativa de implantar un microdispositivo en los ojos del animal. El aparato, probado y desarrollado por la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG), es hecho de material biodegradable y absorbido por el organismo del animal, al mismo tiempo en que libera antiflamatorios dentro del ojo del perro.

La diferencia en esa cirugía es la implantación de ese dispositivo de liberación lenta de antiflamatorios. La idea es verificar si con el dispositivo el resultado del post-operatorio es mejor que con el método tradicional, inclusive con la disminución del uso de algunos colirios. Utilizando el dispositivo, se controla mejor la inflamación y disminuyen los efectos colaterales, lo que probablemente debe traer un resultado mejor, afirmaron los cirujanos Tiago Barbalho Lima e Iván Martinez, doctorados en la universidad y autores de la investigación.

Diagnóstico de Selección

Los principales síntomas de cataratas en perros, según el investigador, son: ojos blancuzcos y problemas con el equilibrio. “Es perceptible que el ojo del animal esté volviéndose blancos”. El ojo está más blanco durante las noches y menos blanco durante el día. Eso es porque durante el día la pupila está más contraída, como la lente está detrás de la pupila, y en la noche se dilata, la lente queda más visible. Además de eso, el cachorro empieza a toparse con las cosas, se golpea con los objetos y está desorientado”.

La universidad está en busca de perros que entren en el perfil de la investigación para la realización de las cirugías. Según Laus, los animales deben de tener más de seis años, edad en la cual ocurren cataratas seniles, el objeto de estudio de los investigadores. Las consultas son agendadas por teléfono y el propietario recibe indicaciones sobre los cuidados a ser tomados con el perro en el día de la consulta “es necesario el ayuno, por ejemplo, para eventuales exámenes los cuales el animal tenga que pasar”, afirma.

Fue exactamente el color de los ojos de la poodle Nara, de 8 años que llamó la atención de su dueño, el supervisor de seguridad Rogério Portella Camargo, de Barretos (SP). Él cuenta que la perra fue diagnosticada con una dolencia a los tres años, pero que el alto costo de las cirugías en clínicas particulares lo impedía de pagar por el procedimiento. En el 2011 Camargo se entera del trabajo desarrollado en hospital veterinario y decidió llevar a la perra para una consulta.

Del primer tratamiento hasta una serie de exámenes para verificar la posibilidad de realización de la cirugía – procedimiento adoptado por el hospital en todos los animales, fueron casi tres años. En mayo de este año, Nara fue finalmente operada y sigue aún en proceso de recuperación. “ella esta super alegre, percibe todo bien” hasta la gente está más feliz. Antes ella se golpeaba la cabeza en todos los lugares, se caía siempre. Estamos tratando con cinco colirios diferentes, y en el mes que viene veremos su último revisión. Sólo tengo que agradecer la dedicación y atención del equipo del hospital” afirma.

Después del procedimiento, el animal aun es acompañado por el hospital en consultas de rutina, para que se verifique la evolución del paciente. “Lo más importante es tener cuidado con las actividades del animal en este periodo” Es necesario la atención del propietario con los riesgos de la automutilación, una vez que el animal puede estar de a pocos sin el collar post quirúrgico. El tratamiento es hecho con medicación de colirios y medicación vía oral, afirma Laus.

Traducido de Globo.com, puede leer la nota original en portugués en aquí