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¿Pueden los perros y gatos contagiarnos el ébola?

  • 20 de octubre de 2014
  • Tiempo de Lectura: 5 Minutos

El profesor titular de Enfermedades Infecciosas de la facultad de Lugo asegura que estas mascotas no suponen un riesgo

perros

En la crisis del ébola las certezas se han deslucido dejando paso a un sinfín de dudas que cada día asaltan a los ciudadanos españoles, personas que cada día se preguntan con temor cuáles pueden ser las consecuencias de la llegada del virus a España. Tras el sacrificio de Excalibur, el perro de la auxiliar de enfermería infectada con el virus, muchos han cuestionado el riesgo que entrañan las mascotas con las que tantos interactúan cada día y existe una duda generalizada sobre si realmente estos animales son un potencial foco de contagio de la enfermedad.

Eduardo Yus, profesor titular de Enfermedades Infecciosas de la facultad de Veterinaria de Lugo, tiene claro que con los datos que los especialistas manejan actualmente, perros y gatos no deben ser el principal temor de los españoles. «En los gatos no se ha detectado nunca el virus del ébola, por lo que se considera que no es una especie sensible», explica Yus, quien además añade: «Con los conocimientos que tenemos ahora mismo, se considera que los perros pueden infectarse pero no están valorados como posible foco de infección para personas u otros animales».

Este especialista, que incide en la idea de que los datos que se manejan de la enfermedad actualmente pueden cambiar con el tiempo, asegura que la principal fuente de contagio son las personas ya enfermas, ya que en sus fluidos es donde se transmite gran parte del virus. «Para que un ser infecte a otro, es necesario que exista en su organismo una gran cantidad de virus; por tanto, aunque sí que es verdad que los perros son portadores del ébola, estos animales no tienen en su organismo la cantidad necesaria para que pueda ser transmitido a otros perros o a los humanos», explica el especialista, quien recuerda que a medida que el virus se va multiplicando por el organismo de los enfermos, el riesgo de contagio va creciendo de manera exponencial. «Teresa Romero contrajo la enfermedad momentos después de que muriera el misionero, cuando el virus obviamente estaba más presente en los fluidos del contagiado».

Los perros, portadores asintomáticos del ébola -es decir, que a pesar de tener el virus en sangre, y los consecuentes anticuerpos, no muestran síntomas clínicos- no suponen un gran riesgo y Eduardo Yus asegura que queda totalmente descartado que los perros de los vecinos de Teresa Romero (los cuales pudieron entrar en contacto con el sacrificado Excalibur) transmitan la enfermedad.

Al ser preguntado sobre si con el sacrificio de Excalibur hemos perdido una ocasión fundamental para investigar y encontrar una posible vacuna al virus, Eduardo Yus, parece tenerlo claro: «Sí que podríamos haber utilizado al perro para saber algo más del ébola». Sin embargo, en el sacrificio de la mascota de Teresa Romero y Javier Limón (pareja de la contagiada de ébola y que actualmente permanece en cuarentena) entran en juego otras cuestiones. «Lo lógico e ideal hubiera sido no sacrificarlo y mantenerlo aislado en unas condiciones que se pudiera monitorizar y estudiarlo; pero lo cierto es que este proceso debería realizarse en un animalario acondicionado para ello, lo que conocemos como un P4, unas instalaciones que no tenemos en España», explica Yus, quien ilustra que de no existir un lugar apropiado para el tratamiento del perro, las personas que lo tratan estarían en un riesgo mayor del necesario.

El experto señala, una vez más aderezado con el recuerdo de que los datos que cita son los que pueden sacar con las referencias que actualmente se conocen acerca del ébola y que pueden cambiar con las nuevas investigaciones que se están llevando a cabo, que se conocen cinco especies de este virus, de las que cuatro son patógenas. «De todas ellas, sin duda alguna, la peor es la especie Zaire, una de las cepas más virulentas a la que nos hemos enfrentado y que está causando unas tasas de mortalidad de entre el 55 y el 90 %». Yus explica que aunque este virus pueda mutar en los próximos años, lo cierto es que la cepa que ha llegado a España es una de las más complicadas a las que nos podemos enfrentar.

Para Yus la solución a toda la crisis del ébola pasa por aunar fuerzas entre los diversos especialistas del país e intentar buscar una solución conjunta, ya que, aunque existen numerosas incertidumbres, sí que se sabe que el foco inicial de contagio a humanos fue precisamente un animal. «Yo he hablado con compañeros y la mayoría coincidimos en que hay que empezar a trabajar de forma conjunta. Sociedad, médicos, veterinarios y otros especialistas deben ponerse de acuerdo para conseguir poner freno a una enfermedad que se está saltando todas las barreras», asevera el experto en infecciosas, cuya conclusión a todo el tema del ébola anima a sentarse a pensar. «En mi opinión, este virus nos está avisando de las peligrosas enfermedades que nos pueden transmitir los animales en el futuro. Mosquitos, otros insectos y muchos más animales son un preocupante foco de transmisión de enfermedades como el ébola para las que todavía no estamos preparados», alerta.

Fuente: www.lavozdegalicia.es