¿Perros pesimistas?
- 27 de octubre de 2014
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Se les distingue por su carácter más cauteloso y conformista, y pueden ser los mejores perros guía
Los perros generalmente parecen seres alegres, felices y despreocupados, moviendo la cola y correteando de acá para allá, por lo que se podría esperar que la mayoría tengan una «visión optimista de la vida». Pero resultan que algunos canes son claramente más pesimistas que otros, según una investigación de la Universidad de Sydney (Australia) que publica la revista PLOS ONE. Sus conclusiones no solo sirven para conocer mejor a nuestro mejor amigo, sino que pueden ser útiles a la hora de elegir perros de trabajo, como el acompañamiento de invidentes o policías.
En el experimento, a los perros se les enseñó a asociar un sonido con la obtención de leche, su recompensa preferida, y un segundo sonido, con dos octavas de diferencia, con la obtención de la misma cantidad de agua, un premio mucho menos atractivo. Una vez que los perros aprendieron a discriminar los sonidos, se les presentaron tonos «ambiguos».
Si los canes respondían a los tonos ambiguos, demostraban que esperaban que ocurrieran cosas buenas para ellos, es decir, eran optimistas. Un perro muy optimista podía incluso responder a los tonos que se parecían más a los del ofrecimiento de agua. «De los perros que hemos probado, nos encontramos más que eran optimistas que pesimistas, pero es demasiado pronto para decir si eso es cierto para todos los perros en general», dice Melissa Starling, autora del estudio.
Sin embargo, Starling cree que los resultados pueden dar tanto a dueños como veterinarios o responsables de perreras, una visión mucho más precisa de las emociones de sus animales.
Aversión al riesgo
De acuerdo con la investigación, un perro con una personalidad optimista espera que sucedan más cosas buenas y menos cosas malas. Va a asumir riesgos para tener acceso a las recompensas. Si las cosas no salen bien, lo intenta de nuevo.
Si el perro tiene una personalidad pesimista, espera que sucedan más cosas malas que buenas. Esto puede hacer que sea más cauteloso y tenga aversión al riesgo. Los contratiempos menores le angustian. Puede que no sea infeliz, pero es probable que esté más satisfecho con el statu quo y necesite un poco de aliento para probar cosas nuevas. «Los perros pesimistas parecían estar mucho más estresados cuando se equivocaban. Gimoteaban, deambulaban y evitaban repetir la tarea, mientras que los perros optimistas parecen no inmutarse y continuan», señala la investigadora.
La investigación podría ayudar a los entrenadores de perros a seleccionar los canes que mejor se adapten a distintos trabajos. Un perro pesimista que evita riesgos quizás sea más adecuado como perro guía -si se equivoca, tenderá a no repetirlo-, mientras que uno optimista, más persistente y decidido, puede ser apropiado para la detección de drogas o explosivos, porque el error no le impide volver a intentarlo.
La investigación permite conocer mejor el estado de ánimo de los perros pero resulta intrigante cómo su comportamiento puede parecerse al humano.
Fuente: ABC.es