Autor colaborador:
Robert Lofsky, DVM
Wilmot Veterinary Clinic | Ontario, Canadá

Un nuevo cliente ingresó a nuestra clínica pensando que su perro Henry, un esquimal americano Spitz, macho, castrado, de seis años, tenía tiña. Sobre la base de su investigación en Internet, el nuevo cliente nos dijo que Henry tenía algunas manchas en la piel similares a la tiña. El propietario recientemente se había mudado y entró por primera vez a nuestra clínica.

Durante el examen físico general, observé varias áreas multifocales aleatorias de equimosis en el abdomen cerca de las regiones inguinales y axilares. También había una pequeña zona de hemorragia conjuntival en ojo izquierdo de Henry y se observó hemorragia retiniana en el examen oftalmoscópico indirecto. No se observó petequias en el examen oral; sin embargo, los tejidos gingivales presentaban eritema y era evidente un poco de sangrado gingival.
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Tras un nuevo interrogatorio, el propietario comentó que era muy poco probable que Henry haya tenido acceso a algún rodenticida. No había antecedentes de traumatismos o exposición reciente a garrapatas y el único medicamento que Henry estaba recibiendo era su Selamectina tópica de manera mensual.
Le informé al propietario que las lesiones cutáneas de Henry eran probablemente el resultado de un trastorno hemorrágico y le sugerí que realicemos algunos análisis de sangre para determinar la causa. Henry fue admitido en la clínica ese día. Utilizando nuestros analizadores Abaxis en la clínica, pudimos obtener un diagnóstico en cuestión de minutos.

Utilizamos el HM5 CBC, VetScan Chemistry y VSpro para determinar que las lesiones cutáneas de Henry eran el resultado de una trombocitopenia marcada.
De hecho, Henry tenía cero plaquetas, lo que fue confirmado en la lectura de frotis de sangre. Tener el analizador especial VSpro en la clínica nos ayudó a descartar envenenamiento por rodenticidas y otras coagulopatías. Obtuvimos los registros médicos del anterior veterinario de Henry y se observó que Henry había sido sometido a una prueba de patógenos trasmitidos por garrapatas cuatro meses antes.

Sobre la base de todo lo anterior y de la gravedad de la trombocitopenia, llegué a la conclusión de que esto era más probablemente una trombocitopenia inmunomediada idiopática.

Henry inició inmediatamente un tratamiento con prednisona, azatioprina y famotidina a una dosis de 2 mg/kg cada 24 horas. Debido a que los niveles de hematocritos eran normales, sugerí que Henry sea dado de alta y que descanse en su jaula durante las siguientes dos semanas hasta que su recuento de plaquetas comience a volver a la normalidad. Se le detalló al propietario las posibles secuelas y se le aconsejó que si la condición de Henry empeoraba, debía acudir a un centro veterinario de referencia ya que Henry podría necesitar una transfusión de sangre.

Una semana después, Henry volvió a nuestra clínica y para nuestro alivio, su recuento de plaquetas aumentó a 558 x 10e9/L. Gracias a nuestro analizador HM5 CBC, hemos sido capaces de repetir el análisis de sangre cada semana y hacer recomendaciones para disminuir los medicamentos inmunosupresores todo dentro de la misma cita, es decir, sin tener que esperar los resultados de un laboratorio externo. Actualmente, Henry está reaccionando muy bien y hasta ahora, su recuento de plaquetas se ha estabilizado utilizando 1 mg/kg de prednisona y azatioprina.

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