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Reto Veterinario: Urgencias Traumatológicas

  • 24 de septiembre de 2015
  • Tiempo de Lectura: 8 Minutos

Este paciente presenta los típicos desafíos de un paciente politraumatizado, en los que no hay certeza de la magnitud de los daños y los sistemas afectados, y en ocasiones los tratamientos para diferentes sistemas pueden ser opuestos.

Basado en los signos presentes, el paciente tiene:

– Traumatismo craneal: debe sospecharse en cualquier paciente con signos externos de trauma en la cabeza, como en este caso la epistaxis y las heridas.
– Los signos oculares podrían indicar daño cerebral, no obstante son compatibles también con un síndrome de Horner y por tanto podrían indicar simplemente traumatismo al cuello o tórax craneal.
– Los signos respiratorios indican traumatismo torácico, que también debería sospecharse en presencia de cojera en una extremidad anterior. El daño puede consistir en contusiones pulmonares (muy probable), neumotórax (probable), o una combinación de ambos (lo más probable).
– Los signos cardiovasculares indican hipovolemia compensada.
– Los signos abdominales pueden indicar daño traumático abdominal, con hemoabdomen traumático y uroabdomen como las mayores preocupaciones.

D) Correcto. En ocasiones como esta, hay que centrarse tanto en los signos como en las causas o patologías. En algunos casos, la expresión “menos es más” cobra todo su valor. La analgesia ayudará a eliminar todos los cambios en respiración, frecuencia cardíaca, etc. que causa el dolor. Monitorizando signos clínicos, podremos evaluar la progresión de un posible daño cerebral (en cuyo caso habría que tratar con hipertónico salino), contusiones pulmonares (en cuyo caso hay que seguir restringiendo fluidos), sangrado abdominal (en cuyo caso también hay que restringir fluidos) o uroabdomen (en cuyo caso hay que estabilizar al paciente con vistas a cirugía).

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