Reto Veterinario

Reto Veterinario: ¿Qué sucede con Honda?

  • 7 de abril de 2022
  • Tiempo de Lectura: 12 Minutos

Autor: Dr. José Rodríguez

Licenciado y Doctor en Veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid, España (1982, 1986). Veterinario-Investigador en el Servicio de Cirugía Experimental del Hospital Clínico San Carlos de Madrid (1982-1987). Profesor titular del área de Medicina y Cirugía Animal del Departamento de Patología Animal de la Universidad de Zaragoza, España desde el año 1987 hasta la actualidad. Diplomado en Patología y Cirugía Ocular por la Universidad Autónoma de Barcelona (1992). Director del Hospital Clínico Veterinario de la Universidad de Zaragoza (2003-2008). Miembro del Grupo de Investigación en Técnicas Mínimamente Invasivas de la Universidad de Zaragoza desde el año 1999 hasta la actualidad, desarrollando y aplicando en la clínica veterinaria técnicas de radiología intervencionista. Jefe del Servicio de Cirugía de Tejidos Blandos del Hospital Veterinario de la Universidad de Zaragoza desde el 2008.


Honda es una perra de raza labrador retriever de 10 años que acude su veterinario por vez primera el 23 de agosto por un cuadro de apatía, disnea y tos de una semana de evolución.

  • Se realizan radiografías torácicas y ecografía abdominal apreciando solo líquido libre en ambas cavidades.
  • Se realiza un drenaje torácico y se toma una muestra del derrame abdominal en la que se evidencia que el líquido es serohemorrágico.
  • La analítica sanguínea está dentro de los valores normales.
  • Dos días más tarde un ecografista especializado repite la ecografía cardiaca, torácica y abdominal y no encuentra ninguna alteración que justifique el cuadro.
  • Se coloca un tubo de drenaje torácico y se inicia un tratamiento con corticoide a dosis antiinflamatoria; antibioterapia con azitromicina y enrofloxacino y vitamina K.
  • A los 15 días de tratamiento la evolución es muy buena, se ha reabsorbido el derrame torácico y se suspende el tratamiento.
  • Dos semanas mas tarde se realiza una revisión de control y se vuelve a observar en la ecografía abdominal leve presencia de líquido libre.
  • Se realizan analíticas completas, anticuerpos antinucleares y perfil de coagulación, sin encontrar resultados que justifiquen el cuadro.
  • Ante la impotencia de llegar a un diagnóstico se realiza una TC de cuerpo entero.

Estos son los hallazgos encontrados:

Tórax.

Es presente una cantidad moderada de fluido a nivel pleural en el hemitórax derecho y una cantidad escasa de fluido en el hemitórax izquierdo.
Es presente expansión anómala, a pesar del significativo derrame pleural en el hemitórax derecho, del lóbulo pulmonar accesorio derecho, que presenta también orientación anómala, con su aspecto ventral siendo desplazado dorsalmente y lo que sospecho ser el comienzo de un patrón intersticial, aunque todavía muy poco visible, mixto a incremento difuso de la atenuación del parénquima pulmonar, con atenuación de tejidos blandos. Es presente obliteración del bronquio del lóbulo pulmonar medio derecho.

La pleura parietal del hemitórax derecho así como la costodiafragmática derecha se evidencia un incremento de espesor de leve a moderado (flecha).

Los ganglios esternales y otro ganglio del mediastino craneal presentan engrosamiento leve (flechas rojas).

Abdomen.

Es presente ascitis en un volumen moderado. El bazo presenta aspecto algo prominente.

Conclusiones.

  • Los cambios asociados al lóbulo pulmonar medio derecho son compatibles con una torsión de este lóbulo.
  • El derrame pleural, mas abundante en lado derecho, y los signos de pleuritis leve (siempre en el lado derecho del tórax) pueden estar asociados a esta patología. No es claro el origen del derrame a nivel de mediastino caudal ni tampoco la causa de la ascitis.

Diagnóstico.

  • Torsión del lóbulo pulmonar medio derecho.

Tratamiento.

  • En base a los resultados de la TC se realiza una lobectomía pulmonar.
  • A través de una toracotomía latera derecha por el 5º espacio intercostal se identifica el lóbulo pulmonar torsionado (flecha).

Se realiza la lobectomía empleando una grapadora quirúrgica lineal sin corte.

Se coloca un drenaje torácico, la paciente queda hospitalizada y a las 36 horas se retira el tubo.

La recuperación y la cicatrización son correctas.

El lóbulo pulmonar extirpado se envió al laboratorio y el resultado fue el siguiente:

Se observa necrosis masiva de las estructuras pulmonares con pérdida de definición de los diferentes elementos que conforman la histología normal del pulmón.
Adyacente a uno de los bronquios principales, se observa una masa viable, de focal a extensa, moderadamente celular y altamente infiltrativa. No presenta cápsula y sus márgenes no están bien delimitados, extendiéndose al resto del parénquima pulmonar a modo de proyecciones infiltrativas.

Diagnóstico.

  • Necrosis isquémica severa.
  • Fibrosarcoma pulmonar.

Preguntas y comentarios sobre el caso.

Posibles causas de derrame pleural. ¿Cuáles son correctas?

a. Aumento de la presión venosa sistémica (insuficiencia cardiaca congestiva, taponamiento cardiaco, neoplasia compresiva).
b. Torsión de un lóbulo pulmonar.
c. Hipoalbuminemia
d. Pleuritis (infección, neoplasia, procesos inmunológicos).
e. Deterioro del drenaje linfático (neoplasias, obstrucción del conducto torácico).
f. Todas son correctas.
e. Ninguna es correcta.