Medicina Física y Rehabilitación en Clínica de Pequeños Animales
- 21 de mayo de 2009
- Tiempo de Lectura: 43 Minutos
La medicina física puede definirse como un cuerpo doctrinal complejo, constituido por la agrupación de conocimientos y experiencias relativas a la naturaleza de los agentes físicos no ionizantes, a los fenómenos derivados de su interacción con el organismo y a las aplicaciones diagnósticas, terapéuticas y preventivas que derivan de sus efectos biológicos.
La medicina física puede entenderse como la parte de la terapéutica cuyos remedios son los agentes físicos. Se originó reuniendo los agentes físicos naturales (luz, agua, calor…) y aquellos aportados por la física, lo que la dotó de suficiente autonomía para poder emanciparse de las distintas modalidades terapéuticas.
Fisioterapia se entiende como el arte y la ciencia del tratamiento físico, es decir, el conjunto de técnicas que, mediante la aplicación de agentes físicos, curan, previenen, recuperan y readaptan a pacientes susceptibles de recibir tratamiento físico. Por su parte, el comité de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) especifica este tratamiento físico al realizado mediante la kinesiterapia, termocrioterapia, fototerapia, hidroterapia y electroterapia. Por fisioterapeuta se entiende al profesional que aplica los agentes físicos no ionizantes bajo prescripción y control médico.
La medicina física debe basarse en el conocimiento científico de los agentes físicos, para lo cual son fundamentales la física y otras ciencias relacionadas. Pero la anatomía, la fisiología y la patología son igualmente esenciales, tanto para plantear y controlar adecuadamente las diferentes aplicaciones terapéuticas, como para establecer las normas de seguridad en el manejo de los diferentes equipos y técnicas, evitando los riesgos y accidentes derivados de su empleo.
Al considerar las acciones de los agentes físicos en el organismo, puede apreciarse que se trata de una ciencia compleja. En efecto, la medicina física comprende una gran variedad de agentes físicos de naturaleza diversa (movimiento, presión, electricidad, calor, frío, luz, irradiación electromagnética) y, sin embargo, en ocasiones, tratamientos de diversa índole persiguen un efecto similar (por ejemplo, producir calor en una zona o aliviar el dolor). Otras veces, en cambio, agentes de la misma naturaleza física actúan produciendo diferentes acciones terapéuticas. Por todo esto, es necesario abordar el estudio de la medicina física desde una perspectiva integradora, más aún si se tiene en cuenta que muchos tratamientos diferentes son perfectamente complementarios.
Por lo tanto, la medicina física no sólo encuentra aplicación en las disciplinas y especialidades fundamentales de rehabilitación, medicina interna y cirugía, sino también en otras, como ortopedia, traumatología, reumatología, medicina deportiva, neurología, dermatología, geriatría e incluso medicina estética.
El objetivo principal de la terapia física es el alivio del dolor. Varias de las herramientas del terapeuta son efectivas aliviando el dolor, sin producir efectos colaterales negativos o el bloqueo total de la sensación.
Otro objetivo es el de restablecer el rango completo de movimiento y fortalecer la parte lesionada. El ejercicio, en la forma de manipulación manual o actividades controladas, es una parte esencial de una terapia física exitosa. Se aplica una modalidad específica para hacer el ejercicio más confortable. Por ejemplo , la estimulación eléctrica puede ser aplicada a músculos espásmicos, reduciendo el tono espástico y permitiendo una flexión y extensión más normal durante el ejercicio. Tratando las contracturas de tejidos blandos o las densificaciones de tejido conectivo con ultrasonido suavizamos estas uniones y permitimos la elongación del tejido mediante los ejercicios de estiramiento. El tratamiento con láser suprime el dolor efectivamente cuando se aplica en los trigger points y puntos de acupuntura superficiales (carpos, metacarpos, pies, cara) y previene el desbalance muscular durante el ejercicio.
La medicina física constituye una rama de la medicina que utiliza agentes físicos no ionizantes (mecánicos, térmicos, electromagnéticos) en el tratamiento de enfermedades. Los agentes físicos también deben considerarse como elementos de capacidad lesiva para el organismo. La inadecuada o excesiva exposición a estos agentes (calor, frío, luz, radiación UV, electricidad, etc) son potencialmente dañinos. Así también el masaje y la movilización en un lugar, momento o forma inadecuada pueden ser más dañinos que benéficos. Los riesgos potenciales deben conocerse para establecer claramente los límites de tolerancia y las situaciones en que deba tenerse especial precaución para realizar las diferentes aplicaciones en forma adecuada.
AGENTES FÍSICOS EN MEDICINA FÍSICA.
Desde tiempos hipocráticos, los agentes físicos fueron tradicionalmente divididos en higiénicos, farmacológicos y quirúrgicos. La medicina física fue una de las primeras modalidades que encontró el hombre para aliviar sus padecimientos. A partir de los grandes descubrimientos de la física, esta terapia de tipo ‘natural ‘pasó a incorporar agentes físicos producidos artificialmente (electricidad estática, ultrasonidos, microondas, láser, campos magnéticos, etc).
Todo agente físico es portador de energía y su interacción con el material biológico implica la cesión de toda o parte de ella. La energía cedida y absorbida origina una serie de efectos sobre el material biológico: unos de tipo físico o primario y otros de naturaleza bioquímica o secundarios, de los que derivaran sus efectos terapéuticos o, en su caso, sus efectos nocivos.
CLASIFICACIÓN DE LOS AGENTES FÍSICOS NO IONIZANTES
Los agentes físicos no ionizantes pueden clasificarse, de acuerdo a su naturaleza, en varios grupos : agentes cinéticos o mecánicos, agentes térmicos, agentes eléctricos y electromagnéticos y agentes climáticos o complejos.
AGENTES CINÉTICOS O MECÁNICOS.
Los agentes cinéticos implican la emisión y transmisión de fuerza o energía mecánica, que conlleva el movimiento del organismo, los tejidos o las moléculas sobre los que actúan.
1. KINESITERAPIA
El objetivo de la kinesiterapia consiste en ejecutar una serie de movimientos, ejercicios graduales y sistemáticos, con una finalidad preventiva o curativa. Del mismo modo, la privación intencionada de movimiento (acinesia, reposo, inmovilización) posee efectos terapéuticos.
Los ejercicios de estiramiento son una parte importante de la rehabilitación de lesiones. Los ejercicios de estiramiento suaves y repetidos estimulan la remodelación del tejido con un incremento en la longitud del tejido y disminución del espasmo muscular. Se mejora la nutrición del cartílago, y la fibrosis postoperatoria de estructuras articulares se reduce cuando los movimientos dentro del rango de movilidad suaves y repetidos son manualmente asistidos.
El estiramiento manual para animales nunca debe exceder el límite libre de dolor. Sobreestirar una articulación o estirar cuando los tejidos están fríos da como resultado una contractura muscular protectiva y reduce los efectos de elongación. El sobreestiramiento puede dañar las fibras de colágeno y vasos sanguíneos, causando una inflamación significativa.
2. MASOTERAPIA.
El masaje se considera como «toda técnica manual o mecánica que moviliza de forma metódica los tejidos con fines terapéuticos, preventivos, higiénicos, estéticos o deportivos». Los efectos que provoca en forma local y general lo hacen indicado para afecciones del aparato locomotor, cardiorespiratorio, circulatorio, así como al sistema nervioso y otras localizaciones.
El masaje es usado para aumentar la circulación, aliviar cicatrices, balancear la función muscular, y relajar al individuo; es una terapia tanto pre como post ejercicio.
3. ULTRASONIDOS TERAPÉUTICOS.
El ultrasonido es una modalidad productora de calor efectiva en el estado post agudo o en lesiones crónicas. El ultrasonido hace uso de frecuencias ultraltas, ondas sonoras de 1 MHz que transfieren su energía a las moléculas que ellas traspasan, adicionándola a su movimiento oscilatorio. El aumento de la oscilación da como resultado un incremento de la temperatura del tejido. De este modo, calentando estructuras fibrosas tales como ligamentos, tendones y tejido cicatricial se puede producir un incremento temporal en su extensibilidad.
Cuando se combina con ejercicios pasivos, el ultrasonido produce óptimos resultados. Adicionando ejercicios de flexión y extensión suave luego de la sesión, así como otros ejercicios bien controlados se reduce la necesidad de romper las adhesiones y disminuye la formación de fibras no paralelas a medida que la rehabilitación progresa. La restauración temprana del rango completo de movimiento es extremadamente importante en la recuperación de una lesión o cirugía ya que previene la formación de adhesiones limitantes de la función y la pérdida de fuerza tensil. Se espera un aumento en la circulación y cambios en la velocidad de conducción nerviosa cuando sube la temperatura tisular. El umbral del dolor aumenta con ultrasonido terapéutico y la actividad metabólica es estimulada. Los efectos térmicos del ultrasonido sobre las cicatrices las vuelve más susceptible a la remodelación mediante estiramiento.
Debido a su capacidad de aumentar la temperatura en los tejidos profundos, el ultrasonido no debe ser usado por personas no entrenadas. El calor puede producir interfases tisulares tales como hueso y periósteo, dónde las ondas sonoras son reflejadas de ida y vuelta entre los dos distintos tipos de tejidos. Otra interfase tisular donde se pueden reflejar las ondas sonoras son el nervio y la vaina nerviosa, cicatriz y tejido circundante, músculo y vaina muscular, cápsula articular y estructura articular, y tendón y vaina tendínea. La ausencia de calor en la piel puede causar que un operador inexperto administre una dosis demasiado alta por un período demasiado largo de tiempo, llegando a quemar la delicada membrana de las vainas. Como resultado de una pulsación molecular demasiado violenta (cuando la intensidad de ultrasonido es demasiado alta), se produce destrucción tisular y producción de radicales libres, que dañan particularmente las células vasculares endoteliales, favoreciendo la agregación plaquetaria y la formación de trombos.
Los efecto no térmicos del ultrasonido son de tipo químico, frecuentemente comparados a la reacción química que es estimulada cuando un tubo ensayo es agitado. Debido a que los ultrasonidos facilitan la difusión de sustancias, hacen penetrar agua en coloides, pudiendo transformar geles en soles. Mientras la onda sonora penetra los tejidos, el movimiento de onda causa compresión y expansión de las moléculas y burbujas de gas dentro de tejidos y sangre, produciendo un efecto de batido o micromasaje celular. Esta acción es llamada compresión y rarefacción. Esta pulsación produce cambios en la actividad celular y la permeabilidad de membrana. Los cambios de difusión ocurren a lo largo de la membrana celular, ayudando en la reducción del edema. Los cambios en la permeabilidad de membrana para el ion Na+ pueden estar involucrados en una actividad eléctrica alterada de los nervios luego de la aplicación del ultrasonido, dando como resultado el alivio del dolor.
Los efectos biológicos observados como consecuencia de estas acciones son:
Ÿ Vasodilatación de la zona con hiperemia y aumento del flujo sanguíneo.
Ÿ Incremento del metabolismo local, con estimulación de las funciones celulares y de la capacidad de regeneración tisular.
Ÿ Incremento de la flexibilidad de los tejidos ricos en colágeno, con disminución de rigidez articular y de la contractura, en combinación con kinesiterapia.
Ÿ Efecto antiálgico y antiespasmódico, que son los más utilizados en lo que a indicaciones se refiere.
Las indicaciones de los ultrasonidos son muy numerosas y están basadas en sus efectos circulatorio, antiálgico y fibrinolítico. Casi cualquier problema inflamatorio crónico puede mejorarse con un correcto tratamiento por medio de ultrasonidos. En medicina de pequeños animales ha demostrado gran utilidad en el tratamiento de artrosis de los miembros, mejorando la movilidad y funcionalidad de éstas, así como aliviando el dolor y la inflamación en la zona.
El ultrasonido no es peligroso si el operador adecuadamente entrenado sigue cuidadosamente las reglas de tratamiento y entiende la idoneidad de esta modalidad terapéutica. Un principio importante que se aplica al ultrasonido es que una cantidad demasiado pequeña de energía no produce una reacción útil, demasiada energía destruye el tejido, y la cantidad apropiada de energía produce la respuesta deseada.
AGENTES TÉRMICOS.
4. TERMOTERAPIA
Según el mecanismo principal de cesión de energía térmica al organismo, la termoterapia puede realizarse por conducción, convección o conversión de otras formas de energía en calor.
Los agentes térmicos terapéuticos son divididos en dos categorías: aquellos que calientan tejidos superficiales y aquellos que calientan tejidos profundos. Estos agentes elevan la temperatura de la piel con poco cambio en las estructuras subyacentes. Aumentando la temperatura de estos elementos no incrementa su profundidad de penetración; sólo aumenta el peligro de daño térmico en piel. Los efectos del calor incluyen un aumento local de la circulación y un efecto analgésico. Con la aplicación de calor, el tono del músculo liso disminuye y aumenta el diámetro de los vasos, resultando de ello un aumento en la irrigación de los tejidos.
5. CRIOTERAPIA.
En crioterapia se utiliza un conjunto de procedimientos terapéuticos basados en las respuestas fisiológicas de la aplicación de frío sobre el organismo. Pretende substraer energía térmica con fines curativos. Actualmente, los agentes crioterápicos empleados realizan este enfriamiento mediante varios mecanismos : conducción (compresas y envolturas frías, bolsas de hielo, masaje de hielo, etc), convección (baños y duchas frías) y evaporación (empleando agentes refrigerantes, como cloruro de etilo, nitrógeno líquido vaporizado)
El frío y la comprensión causa vasocontricción local y reducción del metabolismo tisular local. Tanto el frío como la compresión son importantes para reducir rápidamente el sangramiento intertisular y edema. Cuando sólo se usa frío, la vasocontricción se retarda. Esta reacción retardada en la reducción del flujo sanguíneo indica la importancia de la compresión en la detención precoz del sangramiento intertisular y la efectiva reducción del tamaño del hematoma y la acumulación de edema.
El uso del frío y la compresión por sólo 15 minutos produce vasocontricción. Cuando el uso de frío es prolongado o intenso, una vasodilatación inducida por frío sigue al período inicial de vasocontricción. Durante la vasodilatación inducida por frío, la sangre fluye a través de anastomosis arterio venosas. Este shunting explica la reducción de la hemorragia a pesar del daño capilar. El tejido con baja temperatura disminuye los procesos metabólicos celulares. Debido a la disminución de la necesidad de oxígeno y nutrientes, disminuye la necesidad de intercambio capilar y pasa menos volumen a través del lecho capilar.
La crioterapia, es usada en trauma musculoesquelético y para dolor e inflamación postquirúrgica. El frío estimula los nervios cutáneos aferentes que actúan reflejamente sobre la neurona motora, disminuyendo su descarga y reduciendo la irritación de la unión neuromuscular. De este modo, el frío puede ser terapeúticamente efectivo más allá de los cuidados de primeros auxilios. La reducción del espasmo muscular posibilita un retorno precoz y más confortable de movimiento. Es frecuentemente el tratamiento preferido para el manejo de las etapas tempranas de torceduras, tensión muscular y contusiones. El espasmo muscular y el dolor generalmente acompañan a lesiones musculoesqueléticas en algún grado. El dolor es causado por daño y presión a las fibras nerviosas causadas por el edema circundante. El espasmo muscular proteje una parte injuriada abrazándola y reduciendo el movimiento. El espasmo causa presión sobre los nervios lo cual aumenta el dolor. El cuerpo responde a este dolor aumentando el espasmo protectivo, y nace el bien conocido ciclo dolor-espasmo-dolor. Este ciclo puede ser roto mediante el uso de masaje con hielo. El hielo debe ser aplicado inmediatamente después del daño. El frío reduce la inflamación y actúa como anestésico local. El calor es usado una vez que el sangramiento y la hinchazón se han detenido, usualmente después de 72 hrs. Esto aumenta el flujo sanguíneo a la lesión y remueve los productos de desecho del área.
AGENTES ELECTROMAGNÉTICOS.
6. ELECTROTERAPIA
Las corrientes eléctricas se usan esencialmente para obtener efectos electroquímicos por la producción de movimiento neto de iones, modular el dolor y producir contracciones musculares (efecto excitomotor). También la energía eléctrica puede transformarse en calor (electrotermoterapia), lo que constituye una modalidad de termoterapia esencialmente profunda, la diatermia («por medio del calor»). Las corrientes como la onda corta y las microondas, que por su elevada frecuencia pierden la capacidad excitomotora, pero producen calor en profundidad al atravesar el organismo y ser absorbidas por los tejidos, son consideradas diatermias.
En electroterapia se incluyen también otras modalidades de energía, que se transmiten en forma de ondas electromagnéticas, obtenidas por medios artificiales, como los rayos infrarrojos, láseres y campos magnéticos estáticos o pulsados.
La corriente eléctrica variable o una partícula cargada dotada de movimiento acelerado producen en cada punto del espacio campos eléctricos y magnéticos, que varían con el tiempo y se transmiten en forma de movimiento ondulatorio: onda electromagnética. Toda onda electromagnética supone una propagación de energía a través del espacio y, por tanto, una transmisión de energía desde un sistema que la produce hasta un sistema que la recibe, sin contacto inmediato entre ambos.
Las diferentes radiaciones electromagnéticas presentan varias características comunes:
1. Se producen cuando se aplican fuerzas eléctricas o químicas suficientemente intensas a un material.
2. Se transmiten por el vacío a igual velocidad.
3. Se propagan en línea recta.
4. Se pueden reflejar, refractar, transmitir o absorber según el medio con el que interacciones.
La velocidad de propagación en el vacío de todas las radiaciones electromagnéticas, conocida como velocidad de la luz en el vacío (c), es una de las constantes fundamentales en la naturaleza, cuyo valor aproximado es de 3 x 10 8 m s-.
A partir de la teoría de Maxwell se desprende que las diferentes radiaciones electromagnéticas, incluyendo las luminosas, poseen una naturaleza común, por lo que es lógico representarlas en forma de escala única. Cada radiación se caracteriza por su frecuencia o longitud de onda. El conjunto de todas las ondas electromagnéticas constituye un espectro contínuo de gran amplitud : espectro electromagnético.
7. LASERTERAPIA
La palabra láser es un acronismo de Light Amplification by Stimulated Emission of Radiation, es decir, amplificación de luz mediante emisión estimulada de radiación. Realmente representa un dispositivo cuántico, que sirve para generar ondas electromagnéticas de la gama óptica. La historia del láser es relativamente corta, aunque en 1917 Einsten estipuló la fundación conceptual para la emisión estimulada de radiación electromagnética. La teoría de Einstein fue verificada por R. Landberg en 1928, pero en esa época no existían medios prácticos para producir un equipo láser funcional. En los 30’s y 40’s un mejor entendimiento de los niveles de energía de átomos y moléculas y el desarrollo de material óptico avanzado proporcionó una base para el desarrollo del láser. Los primeros informes sobre los efectos de la radiación láser de baja energía fueron publicados a mediados de los 60’s. Y. Laor et al. (1965) reportaron que «.. se encontró que la radiación láser estimula la tasa de sanación de quemaduras y heridas mecánicamente inducidas…». El Dr. E. Mester, profesor de cirugía en el Semmelweiss Hospital en Budapest, fue un propulsor influyente de la terapia láser. Él publicó varios estudios sobre los efectos bioestimuladores del láser sobre cultivos celulares, en estudios animales experimentales, y en pruebas clínicas antes que los expertos en medicina occidental convencional estuviesen al tanto de los láseres de baja energía y sus roles en medicina. En la formada unión Soviética el uso de láseres en medicina tomó un camino ligeramente distinto. Los láseres ( o Quantum Opticum, como los soviéticos los llamaban en esa época) fueron inicialmente aplicados para bioestimulación. En el Instituto Central de Cirugía y Anestesiología Experimental en Moscú, el láser de bajo poder es rutinariamente usado para controlar dolor postoperatorio y disfunciones. En Kiev, Zalesskiy usó fibra óptica para conducir luz láser a través de una cánula directamente al tronco nervioso de la región target. Esta aplicación de los láseres fue usada para aliviar el dolor asociado al cáncer.
En medicina veterinaria, el interés en los láseres ha sido de dos clases : (1) para acelerar la sanación de heridas y lesiones de tejidos blandos y (2) para mejorar el rendimiento físico.
La luz de un láser difiere de la luz de otra fuente en al menos dos características: (1) Es siempre monocromática (o sea, tiene un espectro de longitud de onda estrecho) y (2) es siempre coherente (tiene una gran coherencia de longitud). La luz del láser puede también tener las siguientes cualidades:
Ÿ Una pequeña divergencia (bastante paralelas al rayo)
Ÿ Un alto poder de salida (muchos watts)
Ÿ Polarización (las ondas de luz oscilan en el mismo plano)
Los tipos de láser terapéuticos, o de baja energía, más comunes son los láseres Helio Neón rojo visible (HeNe), láseres de arseniuro de galio (GaAs) infrarrojo (IR) invisible, y láser galium-aluminio-arsénico (GaAlAs). Para lograr resultados positivos con láserterapia, los terapeutas deben entender las principales indicaciones de éste método de tratamiento. Un diagnóstico correcto es un prerequisito para una terapia exitosa. Los terapeutas deben entender los principios de la terapia, la física del láser básica (optoelectrónica) e incluso la construcción de los equipos láser.
La láserterapia de baja potencia es un área de la ciencia relativamente reciente, en la que predominan ciertos efectos terapéuticos observados clínicamente, como la analgesia en la zona irradiada, una acción antiedematosa y antiinflamatoria, o la cicatrización de heridas de difícil evolución o traumatismos en distintos tejidos. Los efectos de la radiación láser sobre los tejidos dependen de la absorción de su energía y de la transformación de ésta en determinados procesos biológicos.
Para describir el efecto biológico de la radiación láser, es habitual seguir un esquema según el cual la energía depositada en los tejidos produce una acción primaria o directa, con efectos locales de tipo: fototérmico, fotoquímico y fotoeléctrico o bioeléctrico. Estos efectos locales provocan otros, los cuales constituyen la acción indirecta (estímulo de la microcirculación y aumento del trofismo), que repercutirá en una acción regional o sistémica.
Efecto fototérmico : En los láseres de alta potencia, el efecto fototérmico es el responsable directo y principal de la acción de corte de láser quirúrgico. Los láser de baja potencia, en cambio, no causan un aumento significativo de la temperatura en el tejido irradiado. Existen teorías interesantes (y controvertidas), que señalen la posibilidad que tan bajos niveles de energía constituyan una forma de «mensajes» o energía utilizable por la propia célula, para la normalización de las funciones alteradas. Se trataría de un efecto fotoenergético o bioenergético.
Efecto fotoquímico : La interacción de la radiación láser de baja potencia con los tejidos produce numerosos fenómenos bioquímicos: localmente, tienen lugar algunos, como la liberación de sustancias autacoides (histamina, serotonina, bradiquinina), así como el aumento de producción de ATP intracelular y el estímulo de la síntesis de ADN, síntesis proteica y enzimática.
Efecto fotoeléctrico : Se produce normalización del potencial de membrana en las células irradiadas por dos mecanismos: actuando, de forma directa, sobre la movilidad iónica y, de forma indirecta, al incrementar el ATP producido por la célula, necesario para hacer funcionar la bomba sodio – potasio.
Estímulo de la microcirculación : La radiación láser, debido a su efecto fotoquímico, tiene una acción directa sobre el esfínter precapilar. Las sustancias vasoactivas lo paralizan y producen vasodilatación capilar arteriolar, con dos consecuencias:
Ÿ Aumento de nutrientes y oxígeno, que, junto a la eliminación de catabolitos, contribuye a mejorar el trofismo de la zona.
Ÿ El incremento de aporte de elementos defensivos, tanto humorales como celulares.
Aumento del trofismo y la reparación : El estímulo de la microcirculación, junto a otros fenómenos producidos en las células, favorece que se produzcan los procesos de reparación, lo que contribuye a la regeneración y cicatrización de pérdida de sustancia. Por otra parte, estos fenómenos celulares, como el aumento de la producción de ATP celular, la síntesis proteica y la modulación de la síntesis enzimática, junto a la activación de la multiplicación celular, favorecen la velocidad y calidad de los fenómenos reparativos.
En la práctica humana y veterinaria los campos más importantes para laserterapia son medicina deportiva, dermatología y neurología. Otro uso importante es en rehabilitación en humanos. Las propiedades antiinflamatorias y analgésicas del láser, así como su efecto en la formación de colágeno, lo hacen muy útil en trauma, cirugía y odontología.
El láser puede ser usado para tratar alteraciones internas, sistémicas y generalizadas mediante radiación en puntos reflejos o sistémicos, también llamados triggers points (TGs), puntos de acupuntura (APs) y tender local points o AHSHSI points. Láser también pueden ser usado como terapia local sobre articulaciones dolorosas, músculos, tendones, heridas, úlceras, áreas inflamadas y hematomas.
Mester comenzó a estudiar los efectos biológicos del láser a inicios de los 60′. El se concentró en el efecto de la luz láser en la reparación de heridas. La irradiación de los lásers de bajo poder parece acelerar la división celular. La cantidad de leucocitos que participan en la fagocitosis aumentan significativamente. El observó también un aumento en la actividad de fibroblastos y formación de colágeno. Estos cambios fueron máximos en el área de la herida luego de la regeneración de los vasos sanguíneos y linfáticos y con un abundante formación de tejido de granulación.
Los lásers de HeNe tienen un claro efecto sobre los mastocitos. La cantidad de mastocitos se reduce luego de irradiación láser, y las células muestran una marcada degranulación. Estos cambios pueden explicar algunos de los efectos típicos del láser sobre los tejidos (efectos vasodilatantes, analgésicos, antiinflamatorios y reducción de edema) correspondiente a la liberación de histamina, prostaglandinas, heparina, ácido hialurónico, mucopolisacáridos y factores quimiotácticos de eosinófilos y neutrófilos como respuesta a radiación.
Además de la vasodilatación y regeneración de vasos sanguíneos y linfáticos, la irradiación láser sobre cultivos celulares aumenta el ATP mitocondrial en linfocitos humanos y activa la síntesis de RNA y con ello la producción de DNA. Usando condiciones de prueba similares, los científicos han demostrado una estimulación de la actividad enzimática que acelera la maduración del epitelio.
La irradiación láser de leucocitos aumenta la fagocitosis. Los lásers pueden activar procesos enzimáticos en los bordes de las heridas, un factor importante para sanar heridas. Visto principalmente en la capa más profunda del epitelio (estrato basal), este efecto lleva a un aumento en la formación de colágeno en respuesta a la estimulación de actividad fibroblástica. De hecho, el aumento en la síntesis de procolágeno se debe al incremento de ARN mensajero de las células irradiadas.
RESUMEN DE LOS EFECTOS EXPOSICIÓN RADIANTE/DOSIS DEPENDIENTE LASER A NIVEL CELULAR.
Proliferación de fibrocitos y keratinocitos.
Formación de colágeno.
Síntesis ADN
Síntesis de ATP.
Crecimiento y diferenciación celular
Motilidad celular
Fagocitosis
Síntesis de proteína.
Potencial de membrana y afinidades de enlaces.
Los efectos antiinflamatorios y reductores de edema de los lásers de bajo poder son causados parcialmente por una microcirculación aumentada y por un flujo linfático acelerado. Durante la inflamación, las prostaglandinas producen vasodilatación, lo que contribuye a la salida de plasma en el espacio intersticial y a la formación de edema. Tras examinar biopsias de heridas experimentales en animales, se ha comprobado que la producción de prostaglandinas se altera por la irradiación con láser HeNe. Concretamente la PG E2 y la PG E aumentan, con una duración de respuesta de 4 y más de 8 días, respectivamente. Este fenómeno, junto al estímulo de la microcirculación, se ha interpretado como parte de las causas que favorecen la resolución del proceso inflamatorio agudo. La eliminación del estasis local contribuye a la resolución de la reacción inflamatoria más rápidamente de lo que el organismo haría por sus propios medios.
La luz láser puede aumentar el consumo de O2 y glucosa en las células irradiadas, lo que refleja el efecto bioestimulante.
Se ha demostrado que los lásers tienen un efecto dosis dependiente sobre el tejido nervioso. Si cierta dosis a nivel de piel causa un pronunciado efecto estimulante sobre la actividad electrofisiológica, una dosis mayor ejerce un efecto inhibitorio. La irradiación diaria de lásers de bajo poder aceleró la regeneración nerviosa periféricas en nervios ciáticos disecados en ratas. Los mismos principios han sido aplicados en transplantes alográficos de cerebro fetal a cerebro de rata adulta y transplantes alográficos de médula espinal a médula espinal en perros. La formación de cicatrices gliares fue mínima, y se desarrollaron abundantes capilares en los trasplantes irradiados. La influencia benéfica de la radiación láser también fue evidente cuando se aplicó sobre médula espinal de perros.
Aplicaciones del láser terapéutico.
El cuidado convencional de heridas incluye limpieza, cirugía menor (debridamiento, sutura), medicación tópica y sistémica y antitoxina tetánica. Además de las medidas convencionales, a paciente con inmunosupresión (y aquellos cuyas heridas y rasguños se infectan fácilmente) puede aplicárseles láser como tratamiento de primeros auxilios en cualquier rasguño o herida fresca. El láser acelera la reparación de heridas, reduce el riesgo de infección postoperatoria., y mejora la calidad del tejido cicatricial.
En caso de fisuras y fracturas óseas el láser es útil como tratamiento de primeros auxilios para producir analgesia, reducir la hinchazón y permitir un acabado examen manual. Mejora la microcirculación local y favorece el drenaje linfático, así genera las condiciones óptimas para una recuperación acelerada, lo que conlleva a acelerar significativamente la formación del callo óseo.
Cualquier lesión de recuperación lenta o herida quirúrgica puede beneficiarse con láser. Primero, el terapeuta debe chequear cuidadosamente todas las razones posibles de recuperación retardada y corregirlas. Una aplicación especial para el láser es el cuidado postoperatorio inmediato en cirugía reconstructiva. Los principales problemas son edema, dolor, viabilidad de los flaps cutáneos, inflamación, alteración circulatoria, sanación de heridas e infección – todas indicaciones del láser.
El dolor de tipo crónico ha sido tratado con láser con resultados positivos. Aunque se tienen evidencias del efecto analgésico del láser de baja potencia, es difícil medir objetivamente la modulación del dolor y el mecanismo interno de actuación no es muy bien conocido. Se piensa que puede deberse a :
1. Fenómenos locales, que favorecen la reabsorción de sustancias algógenas, al mejorar la microcirculación local, y elevan el umbral del dolor en los nervios periféricos, al interferir el mensaje eléctrico durante la transmisión del estímulo.
2. Fenómenos sistémicos, que estimulan la producción de opiáceos endógenos del tipo de las betaendorfinas.
Los bordes de úlceras y llagas por presión son las primeras en responder. La infección es rápidamente controlada y la hinchazón y eritema desaparecen. El tejido de granulación se forma luego (desde el centro a la periferia), seguido por reepitelización desde la periferia. Así también, el láser para quemaduras es similar a otros tratamientos de heridas. Su propósito es proveer analgesia, acelerar la reepitelización, y mejorar la calidad de la cicatriz. Acelera la reepitelización y evita la formación de queloides. Además de aliviar el dolor y eliminar las alteraciones funcionales asociadas, láser frecuentemente causa que la cicatriz se aclare, suavice y disminuya (o incluso desaparezca) con el tiempo.
Cuando son tratadas articulaciones osteoartríticas, la irradiación IR no sólo será dirigida al espacio articular comprometido también a los puntos dolorosos en los músculos que mueven la articulación.
El propósito del láser en pacientes con artritis es aliviar el dolor, reducir la hinchazón local en las articulaciones y aumentar la movilidad articular. Las articulaciones pequeñas usualmente responden mejor que las grandes (rodilla y cadera). Sorprendentemente pacientes con artritis de Bekhterev (espondilitis anquilosante) también reaccionan favorablemente al láser.
El dolor ha sido la principal indicación del láser en osteoartritis (OA). Láser IR es efectivo en el tratamiento de espondiloartritis y osteoartritis en las articulaciones más grandes. Recientes estudios sobre el metabolismo del cartílago apoyan el punto de que una carga rítmica de las articulaciones aumenta el contenido de proteoglicanos del cartílago articular. La inmovilización disminuye los proteoglicanos y la elasticidad del cartílago articular. Por ello son importantes la movilización cuidadosa de articulación osteoartríticas y el incremento gradual en la carga.
Neuralgias y disfunción autonómica, las que pueden ser severas, son frecuentemente causadas o mantenidas por trigger points activos en cicatrices dolorosas. Estas cicatrices pueden ser postoperatorias, postraumáticas (incluidas cicatrices por quemaduras), y postinfecciosas (abscesos superficiales). La cicatriz misma reacciona al láser y puede suavizarse, ablandarse y aclararse. También se han obtenido excelentes resultados en casos que fueron crónicos por muchos años antes de usar láser.
El láser es una herramienta adicional efectiva para el tratamiento no invasivo de nervios periféricos y lesiones de la médula espinal de ratas y perros. También reduce la hinchazón local y favorece y acelera la recuperación morfológica y funcional de tejido nerviosos severamente lesionados en pacientes humanos. Puede aplicarse pre o postoperatoriamente (neurólisis, injertos nerviosos, neurotización) o como tratamiento único cuando la cirugía no está indicada. Al irradiar nervios de rata seccionados y posteriormente suturados, con láser AsGa y HeNe, se aprecia igualmente menor presencia de tejido fibroso y mayor tendencia a la regeneración nerviosa, lo que sugiere la indicación en el tratamiento postquirúrgico de accidentes que afecten a los nervios.
Las lesiones deportivas más comunes tratadas con láser incluyen contusiones de tejidos blandos, desgarro muscular parcial, tendinitis, fasciitis, periostitis y esguinces de tobillo. En lesiones agudas, acelera el proceso de sanación y permite un rápido retorno al entrenamiento activo. Sin embargo, láser no significa una cura milagrosa, y un diagnóstico cuidadoso y un plan de rehabilitación detallado son requisitos para una rápida y total recuperación. La selección de un equipo apropiado que transmita la dosis de irradiación precalculada a la zona target es particularmente importante.
El efecto antiinflamatorio y la marcada reducción del edema local como respuesta inmediata al láser son extremadamente importantes cuando tratamos enfermedad discal aguda en perros. En casos subagudos y crónicos el tratamiento será repetido diariamente o en días alternados por más de 6 sesiones.
Debido a que láser aumenta el umbral de dolor por presión y restablece la función neuromuscular dañada, puede también ser usado como herramienta diagnóstica. Para diferenciar entre compresión de raíz nerviosa (protrusión discal) y una activación de mecanismo trigger como en síndrome de dolor miofascial y alteración músculo esquelética, puede ser usado como tratamiento de prueba de segmentos afectados.
Las siguientes son las indicaciones más comunes de láser en medicina veterinaria: tendinitis, fasciitis resultante de sobreuso o mal uso, enfermedad discal y cojera, inflamación aguda o crónica con edema local, heridas, rasguños y dehiscencias de herida posoperatorias en animales grandes y problemas articulares, enfermedad discal, rehabilitación postquirúrgica y alopecía en mascotas. El rendimiento físico mejorado es un objetivo tanto en medicina humana como veterinaria.
8. MAGNETOTERAPIA.
Denominamos magnetoterapia al tratamiento mediante campos magnéticos. Podemos diferenciar la aplicación de campos magnéticos producidos mediante corrientes eléctricas (magnetoterapia propiamente dicha) de los campos magnéticos obtenidos mediante imanes, naturales o artificiales (imanterapia). Los campos magnéticos aplicados en medicina son de baja frecuencia y baja intensidad.
La prueba definitiva de la importancia del campo magnético, en determinadas funciones fisiológicas, la ha proporcionado el examen médico de astronautas que han permanecido algún tiempo en estaciones espaciales: se les ha detectado la existencia de un discreto grado de osteoporosis, sólo atribuible a la permanencia temporal en un medio con ausencia de campo magnético. Esta alteración, que se recupera con la vuelta a la superficie terrestre, ha mostrado la importancia de los campos magnéticos para el mantenimiento de una correcta osificación o para el tratamiento de la osteoporosis.
Biofísica
El campo magnético se establece entre un polo norte y un polo sur, en forma de líneas de campo magnético que circulan de sur a norte.
En relación a la inducción magnética, se distinguen tres tipos de sustancias:
Ÿ Diamagnéticas, que son repelidas por los campos magnéticos (tienen permeabilidad magnética negativa), como el bismuto, el cobre y el antimonio.
Ÿ Paramagnéticas, que son atraídas por los campos magnéticos con una intensidad de magnitud semejante a la intensidad de dicho campo (permeabilidad magnética igual a 1).
Ÿ Ferromagnéticas, que son atraídas con gran intensidad por los campos magnéticos. La más importante es el hierro y, en menor proporción, el níquel y el cobalto.
Es importante saber que el organismo humano, en su conjunto, se comporta ante los campos magnéticos como paramagnético, es decir, que su inducción magnética es prácticamente igual, numéricamente, a la intensidad del campo magnético. No obstante, en el organismo hay ciertas localizaciones de comportamiento diamagnético (membranas celulares), y otras de comportamiento ferromagnético (hierro contenido en la hemoglobina y en ciertas enzimas y pigmentos).
Clasificación de magnetos.
El primer magneto usado en medicina fue hallado en la piedra imán magnética natural o magnetita. De los 92 elementos, sólo Hierro (Fe), Cobalto (Co) y Níquel (Ni) son afectados por campo magnético. La terapia de campos electromagnéticos pulsados es un método dónde se crea un campo magnético pulsante por medio de corriente alterna, a través de un espiral de alambre. Un principio básico de la física establece que cualquier flujo de corriente a través de un alambre, desarrolla un campo magnético alrededor de éste.
Los equipos de terapia son puestos de modo que la lesión quede entre dos bobinas. Esta disposición produce líneas magnéticas que van en la misma dirección y por ello se fortalecen unas a otras, aumentando la fuerza total del campo magnético.
Efectos biológicos de los campos electromagnéticos pulsados (CEMP).
La corriente alterna genera un campo electromagnético, esto es, con componentes eléctricos y magnéticos. En la aplicación terapéutica de los equipos de alta frecuencia, predominan los efectos del campo eléctrico (producción de calor). Por ello, y además de la habitual aplicación en forma continua, se introdujo posteriormente la aplicación pulsada, para aprovechar el efecto biológico del componente magnético, con mínima actuación del efecto térmico que produce el campo eléctrico.
Los campos magnéticos producen efectos bioquímicos, celulares, tisulares y sistémicos.
En el ámbito bioquímico encontramos los siguientes efectos fundamentales:
a) Desviación de las partículas con carga eléctrica en movimiento.
b) Producción de corrientes inducidas, intra y extracelulares.
c) Efecto piezoeléctrico sobre hueso y colágeno.
d) Aumento de la solubilidad de distintas sustancias en agua.
En el ámbito celular, los efectos indicados en el ámbito bioquímico determinan los siguientes :
a) Estímulo general del metabolismo celular.
b) Normalización del potencial de membrana alterado.
Por una parte, las corrientes inducidas generadas por el campo magnético producen un estímulo directo del trofismo celular, que se manifiesta por el estímulo de la síntesis del ATP, del AMPc y del ADN, favoreciendo la multiplicación celular, y en la síntesis proteica y de la producción de prostaglandinas (efecto antiinflamatorio).
Por otra parte hay un estímulo del flujo iónico a través de la membrana celular, en especial de los iones Ca++, Na + y K+. Esta acción tiene gran importancia, cuando el potencial de membrana está alterado.
Las cifras normales del potencial de membrana se sitúan entre -60 y -90 mV. Este potencial se mantiene mediante un mecanismo activo, en el que es fundamental la expulsión del ion Na+ al exterior de la célula, que penetra en ella espontáneamente (bomba de sodio).
En circunstancias patológicas, la bomba de sodio no actúa y el ion sodio queda intracelular, con retención de agua (edema celular). En esta situación, los campos magnéticos pueden normalizar el potencial de membrana alterado. Tanto por el efecto de las corrientes inducidas intracelularmente, como por el efecto directo de los campos magnéticos sobre los iones sodio, éstos se movilizan hacia el exterior y restablecen la normalidad del potencial de membrana, por lo que reducen el edema celular, que es uno de los primeros estadios de la inflamación a escala tisular y de órganos.
Desde el punto de vista tisular y orgánico, la magnetoterapia presenta una serie de acciones :
1. Relajación muscular
Los campos magnéticos tienen un importante efecto de relajación sobre la fibra muscular lisa y la estriada, que se considera debida a la disminución del tono simpático.
Esta actuación sobre la fibra estriada supone un efecto relajante o, en su caso, descontracturante sobre el músculo esquelético.
En su acción sobre la fibra lisa, la magnetoterapia presenta un efecto relajante y antiespasmódico en: espasmos digestivos, de las vías biliares y de las vías urinarias, y asma.
2. Vasodilatación
Por el mismo mecanismo de relajación muscular, en este caso sobre la capa muscular lisa periarterial, la magnetoterapia produce una importante vasodilatación, demostrable por termografía, con dos consecuencias: por una parte, la hiperemia de la zona tratada y, por otra, si se tratan zonas amplias del organismo, una hipotensión más o menos importante.
La hiperemia local tiene los siguientes efectos terapéuticos ya conocidos :
– Efecto trófico, por una mayor aporte de nutrientes a la zona.
– Efecto antiinflamatorio, por mayor aporte de elementos de defensa, bioquímicos o celulares.
– Efecto de regulación circulatoria, tanto por producir vasodilatación arterial como por estimular el retorno venoso.
3. Aumento de la presión parcial de oxígeno en los tejidos
Un efecto particular de los campos magnéticos es el aumento de la capacidad de disolución del oxígeno atmosférico en el agua y, por tanto, en el plasma sanguíneo. Con ello, la presión parcial del oxígeno puede incrementarse notablemente. Este aumento local de la circulación conduce a un mayor aporte de oxígeno, tanto a órganos internos como a zonas distales, lo que mejora su troficidad.
4 Efecto sobre el metabolismo del calcio en el hueso y sobre el colágeno
Un efecto importante de la magnetoterapia es su capacidad de estímulo trófico del hueso y del colágeno, efecto ligado a la producción local de corrientes de muy débil intensidad, por el mecanismo de la piezoelectricidad.
En ausencia de campos magnéticos, observamos el desarrollo de osteoporosis. A la inversa, la magnetoterapia ayuda a la fijación del calcio en el hueso, por lo que se emplea en osteoporosis general o localizada, síndrome de Sudeck en humanos, retardos de osificación (no unión de fracturas) y seudoartrosis.
Los campos magnéticos estimulan la producción de colágeno, lo cual es de interés tanto en procesos de cicatrización como para la prevención del envejecimiento de la piel. La magnetoterapia ha demostrado ser de gran utilidad en osteoartritis, especialmente si los pacientes son sometidos a terapia en los estados iniciales de la enfermedad. De todas formas, en pacientes gerontes con marcada artrosis se ha visto un gran alivio de los síntomas, mejorando la movilidad y esdo de ánimo del paciente, quien siente menos dolor y ve mejorada su calidad de vida.
5. Efecto analgésico
La magnetoterapia produce un discreto efecto analgésico, derivado tanto de una acción directa en las terminaciones nerviosas, como de su actuación sobre el mecanismo productor del dolor (inflamación). En clínica, este efecto no es de rápida aparición, pero es mantenido y persistente.
6. Efecto de relajación orgánica generalizada
La magnetoterapia posee un efecto generalizado de relajación y sedación. Este efecto se ha supuesto debido, por una parte, al aumento de la producción de endorfinas y, por otra, al hecho de su actuación de relajación muscular e hipotensora, puesto que siempre que se asocian estos dos efectos hay un marcado efecto relajante general sobre el organismo.
Aplicaciones clínicas
Se ha informado de resultados clínicos en no unión de fracturas, necrosis avascular de la cadera, enfermedad de Perthes, fusiones lumbares, artritis espinal, tendinitis de rotatores espontánea persistente, osteocondritis disecante, osteodistrofia hipertrófica y osteoartritis. Los CEMP han sido usados por más de una década en el tratamientos de no unión de fracturas. Más de 200000 pacientes humanos han sido tratados en forma segura por más de 17 años; no se han reportado efectos tóxicos. La acción primaria de CEMP es aumentar la estabilidad mecánica precoz mejorando el tiempo de maduración, no el volúmen del callo, en fracturas frescas.
Muchas condiciones músculo esqueléticas se benefician de la terapia magnética, incluida enfermedad articular degenerativa, displasia de cadera, artritis reumatoídea y alteraciones vertebrales. . La lesiones que causan esguinces y laminitis, así como las condiciones derivadas de traumas, se benefician del tratamiento magnético. La terapia magnética simplifica el tratamiento de los trigger points y lesiones musculares de músculos profundos.
Los CEMP han sido recientemente estudiados y usados en el tratamiento de condiciones degenerativas de los sistemas locomotor y de apoyo, inflamaciones crónicas y agudas de tendones y vainas, laceración de fibras tendinosas, contusiones, enfermedad crónica de las articulaciones, cicatrización retardada, y enfermedades de espalda y región lumbar. Se ha reportado una gran variedad de indicaciones, incluyendo ortopedia, traumatología, reumatología, fracturas, heridas, quemaduras, enfermedad degenerativa del aparato de soporte y locomoción, alteraciones del sistema nervioso, como mielopatía espinal y espondilosis lumbar – prolapso discal, alivio del dolor.
Algunos avances recientes usando energía electromagnética tienen potenciales aplicaciones futuras, incluidas estimulación y medición de la actividad nerviosa, cicatrización de tejidos blandos, osteoartritis, regeneración nerviosa y espinal, parálisis ascendente.
Cabe destacar su importancia en la reducción de masas tumorales, lo que mejora la calidad de vida y bienestar del paciente, pudiendo alargar su sobrevida en buena forma.
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Autora: Dra. María del Carmen Barba Burgos.
Médico Veterinario.
IVAS certified acupuncturist (USA).
Fuente: Mevepa.cl