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[ARTÍCULO] Generalidades de los antiarrítmicos de uso más frecuente en el perro y el gato

  • 11 de junio de 2014
  • Tiempo de Lectura: 3 Minutos

Por el Dr. Enrique Ynaraja Ramírez

Los antiarrítmicos constituyen un grupo muy diverso de medicamentos, que difieren mucho entre si en cuanto a su farmacodinamia y sus mecanismos de acción. A pesar de que está última característica marcará la elección de uno u otro antiarrítmico, debe tenerse en cuenta otra serie de valores que deben influir de manera importante en la toma de decisiones a la hora de iniciar un tratamiento. Los posibles efectos adversos, las interacciones o las contraindicaciones, deben considerarse previamente, especialmente en aquellos pacientes con enfermedades de origen extracardiaco o cardiópatas descompensados. La elección se realizará, por tanto, de una forma razonada, en función de la arritmia, de las características individuales de cada paciente, su estado clínico y la presencia de otras enfermedades concomitantes.

Es indiscutible que el tratamiento de una arritmia debe basarse en la identificación de la misma, el conocimiento de su naturaleza, origen y mecanismo de producción y el conocimiento de las propiedades fisiológicas y farmacocinéticas de los medicamentos disponibles para corregirlas pero, en la clínica diaria, es habitual que la elección del tratamiento tenga mucho de empírica.

Además, en muchas ocasiones, la disponibilidad nacional de un determinado fármaco comercializado, el coste económico del tratamiento (suelen ser tratamientos de larga duración y, muchas veces, durante el resto de la vida del paciente) o la forma farmacéutica de presentación (grageas, cápsulas, jarabes, etc.) serán factores que, fuera de criterios exclusivamente científicos, nos guiarán en la elección de uno u otro tratamiento.

La clasificación de los antiarrítmicos que seguimos es la más utilizada en la bibliografía y está basada en la clasificación de Vaughn-Williams (1), esta clasificación toma en consideración las características electrofisiológicas como principal criterio para diferenciar cada principio activo y el grupo al que pertenece y tiene una relativa utilidad clínica y en la toma de decisiones pero permite ordenar los medicamentos de cada grupo. Su persistencia en la mesa de trabajo actual se basa en el hecho de que en experimentación, una vez clasificado un nuevo compuesto, puede predecirse de forma bastante aproximada su comportamiento en el tejido cardiaco.

Como el efecto de los antiarrítmicos depende del funcionamiento cardiaco, en un corazón enfermo o sometido a condiciones anormales, los antiarrítmicos tienen un funcionamiento diferente del que muestran en el laboratorio y conforme actúan sobre un corazón lesionado y mejora la situación, cambian los parámetros mecánicos y electrofisiológicos y, de este modo, los propios antiarrítmicos modifican su forma de actuar… conforme actúan en el enfermo.

A continuación puede apreciarse un esquema, a modo de tabla, donde se citan los distintos grupos y subgrupos, y el fármaco más representativo dentro de cada uno de ellos.

1° Grupo: Bloqueantes de los canales celulares de sodio. Son estabilizantes de
la membrana celular.
Subgrupos Ia.
Quinidina.
Ib.
Lidocaina.
Ic. Flecainida.
2º Grupo: Bloqueantes beta-adrenérgicos. Bloquean la acción de las catecolaminas.
Subgrupos beta-1/beta-2. Propranolol. beta-1.
Atenolol.
3° Grupo: Acción sobre el periodo refractario/Potencial de acción. Alargan el potencial
de acción, normalmente bloqueando los canales celulares del sodio.
Amiodarona y Sotalol.
4º Grupo Bloqueantes de los canales celulares de calcio.
Verapamil y Diltiazem.