Se presenta en la consulta una perra labrador, hembra, de 1 año de edad y 30 kilos de peso. Hasta hoy, no ha tenido problemas médicos al margen de ocasionales signos gastrointestinales, generalmente relacionados con indiscreciones alimentarias, así como una infestación por Giardia cuando era un cachorrito.

Esterilizada a los 6 meses de edad, analítica preanestética en ese momento fue normal, y tanto la cirugía como la recuperación se llevaron a cabo sin incidencias.

Cuando los propietarios regresaron del trabajo aproximadamente una hora antes de llegar a la clínica, vieron que la perrita había accedido a una bolsa de la compra que contenía, entre otros, dos paquetes de 500 gramos de cacao en polvo. La perrita había estado sin supervisión durante 6 horas.

Los tres paquetes están abiertos y vacíos, con algo de cacao en polvo por el suelo de la cocina. También hay varios vómitos en la cocina, con color y olor a cacao.

La perrita aparece deprimida (los dueños creen que se siente “culpable”), y está temblando desde que regresaron.

En la presentación, la perrita parece deprimida aunque reacciona bruscamente a la manipulación. Parece hidratada. Su freuencia cardíaca es de 150 en reposo, y sube hasta 200 con mínima interacción. La presión sanguínea es de 190 sistólica.

Hay un dolor abdominal moderado y se produce náusea con la palpación abdominal profunda.

La perrita tiembla de forma casi continuada, con mayor intensidad cuando se están llevando a cabo procedimientos.

Su temperatura es de 103.2

¿Podemos atribuir los signos a intoxicación por chocolate?
¿Y cuál sería el protocolo de actuación recomendado para esta paciente?

a) No. La perrita parece deprimida, y cualquier intoxicación por chocolate causaría un estado de excitación e hiperactividad. El tratamiento, en este caso, sería de soporte para una gastritis-gastroenteritis causada por una indiscreción alimentaria: fluidos y antieméticos.
b) Sí. Pese a estar deprimida, los signos clínicos como la respuesta exagerada a estímulos, la taquicardia, la hipertensión y los temblores son compatibles con intoxicación por chocolate. La cantidad posiblemente ingerida, además, es mucho mayor a la dosis tóxica. Dado que el paciente ya ha vomitado, no son de esperar más signos, y por tanto el tratamiento debería limitarse a controlar el vómito y evitar excesos de excitación durante las siguientes 12-24 horas.
c) Sí. Pese a estar deprimida, los signos clínicos como la respuesta exagerada a estímulos, la taquicardia, la hipertensión y los temblores son compatibles con intoxicación por chocolate. Dado que la perrita ya ha vomitado, no hay que esperar un empeoramiento. Además de antieméticos, se deben administrar sedantes como el diazepam o dexdomitor para contrarrestar los efectos excitatorios del chocolate.
d) Sí. Pese a estar deprimida, los signos clínicos como la respuesta exagerada a estímulos, la taquicardia, la hipertensión y los temblores son compatibles con intoxicación por chocolate. A pesar de haber vomitado, puede haber material en el tracto digestivo que aún no se ha absorbido, y además la presencia de ciclo enterohepático conlleva una larga duración de los signos clínicos, que pueden llevar a problemas por una taquicardia e hipertensión persistentes, aunque no sean de gran severidad. Idealmente se procederá a administrar antieméticos y carbón activado cada 6-12 horas hasta que los parámetros vitales se hayan normalizado. Además, se instaurará fluidoterapia. Puede considerarse un catéter urinario para evitar absorción de tóxico a nivel de la vejiga urinaria, aunque habrá que sopesarlo frente a los riesgos de infección urinaria y la necesidad de sedación para cateterizar a una hembra. Se monitorizarán la presión arterial y la frecuencia cardíaca, y se utilizarán beta bloqueantes como el propranolol para reducirlos si es necesarios. Si los temblores musculares resultan en elevaciones de temperatura peligrosas, se procederá a administrar metocarbamol por vía intravenosa.
e) No. Los signos no son compatibles con toxicidad por chocolate, especialmente que se vea “deprimida”. Se debe proceder a tomar una radiografía abdominal para descartar una obstrucción como causa del vómito, y en caso de ser negativa, la perrita puede ser enviada a casa con un antiácido o antiemético como peptobismol, famotidina, o sucralfato, y ayuno por 24 horas.