Rabia
- 22 de julio de 2009
- Tiempo de Lectura: 4 Minutos
La rabia es originada por un virus que afecta a todos los animales de sangre caliente, incluyendo al hombre. Se distribuye por todo el mundo, aunque algunos países ya la han erradicado: en América Uruguay, Barbados, Jamaica y varias otras islas del Caribe; en Asia Japón; varios países escandinavos, en Europa Irlanda, Gran Bretaña, Países Bajos, Bulgaria, España y Portugal, pero dentro de los países infectados puede haber áreas libres.
Existe la rabia urbana y la selvática, la urbana se observa en las grandes y medianas ciudades. el perro es el principal transmisor por mordeduras; la rabia selvática se concentra en nuestro país, Argentina, en el nordeste y su agente transmisor es un murciélago hematófago llamado Desmodus rotundus.
La enfermedad en el perro: Se distinguen dos formas, la rabia furiosa y la paralítica o muda, según la sintomatología nerviosa predominante.
En la furiosa, el período de incubación dura de 10 días a 2 meses o más. En la fase inicial o prodrómica, los perros manifiestan un cambio de conducta, se esconden en rincones oscuros o muestran agitación, dan vueltas intranquilos y el animal se sobresalta al menor estímulo.
Después de 2 0 3 días, se acentúan en forma notoria los signos de excitación y agitación. El perro se vuelve peligrosamente agresivo, con tendencia a morder objetos, animales y al hombre, incluso a su propio dueño; muchas veces se muerde a sí mismo, infligiéndose graves heridas.
La salivación es abundante, ya que el animal no traga la saliva, debido a la parálisis de los músculos de la deglución, y hay una alteración del ladrido por la parálisis parcial de las cuerdas vocales, con un aullido ronco y prolongado.
Los perros rabiosos tienen propensión a abandonar sus hogares y recorrer largas distancias, atacando objetos, congéneres, otros animales y el hombre. En la fase terminal de la enfermedad, se pueden observar convulsiones, incordinación muscular y parálisis de los músculos del tronco y extremidades.
La forma muda se carcteriza por signos paralíticos, en tanto que la fase de excitación es muy corta o a veces, ausente.
La parálisis comienza por los músculos de la cabeza y cuello, el animal tiene dificultad en la deglución y, a menudo, el dueño cree que tiene un hueso atragantado e intenta extraerlo exponiéndose a la infeccción, luego sigue la parálisis general y muerte.
La enfermedad en el gato: Las más de las veces la enfermedad es del tipo furioso, con sintomatología similar a los perros. Pasa por un período de excitación y luego sobreviene la parálisis del tercio posterior y muerte.
No existe tratamiento para la enfermedad y es mortal.
En el caso de una animal que ha agredido a una persona infligiéndole una herida, para hacer el diagnóstico debe ser observado durante 10 (diez) días en el Instituto Pasteur, o por aislamiento domiciliario estricto y bajo supervisión y control de un profesional inscripto en el Registro Municipal de Profesionales Veterinarios. En este último caso se utilizarán los «Certificados de Observación» cuyos formularios serán provistos por el Consejo Profesional de Médicos Veterinarios, el profesional deberá comunicar en forma inmediata al instituto Pasteur (Av. Díaz Velez 4821, Ciudad de Buenos Aires – Argentina), el inicio y posterior evolución de la observación.
La prevención de la enfermedad se realiza mediante vacunas antirrábicas de carácter obligatorio a partir de los 6 meses de edad y luego con una revacunación anual.
Fuente: Mascotia