Aspectos Clínicos y de Diagnóstico de la Pioderma Canina
- 22 de julio de 2009
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Las enfermedades cutáneas bacterianas, llamadas “piodermas”, son la causa más frecuente de trastornos cutáneos en los perros. Se caracterizan por su gran diversidad clínica y la dificultad tanto de diagnosticarlas como de tratarlas. Citología, histopatología y cultivo y sensibilidad bacterianos son pruebas fundamentales para determinar el tipo de pioderma que padece el paciente.
La clasificación de las piodermas, basada en la profundidad de las lesiones y en el patrón de distribución de las mismas, combina características clínicas e histopatológicas, y es necesaria para establecer un pronóstico y para seleccionar un tratamiento apropiado (ver tabla). Esta clasificación nos permite distinguir entre piodermas superficiales y piodermas profundas. Por lo general, las pseudopiodermas (dermatosis no infecciosas con una infección secundaria rápida) se incluyen en la categoría de piodermas profundas, aunque en este artículo no serán objeto de estudio.
Piodermas superficiales
Las piodermas superficiales son las enfermedades cutáneas bacterianas que se encuentran con más frecuencia en los perros. Afectan a la epidermis y/o a los folículos capilares, la membrana de base no resulta destruida por el proceso infeccioso y el organismo que se aísla más a menudo es Staphylococcus intermedius (en el 90% de los casos).
Pioderma de los pliegues cutáneos o (intertrigo)
La pioderma de los pliegues cutáneos es un proceso inflamatorio que incluye una colonización importante de los pliegues de la piel: en cara, labios, rabo, pliegues vulvares, mamarios, del tronco y de las extremidades. El intertrigo se describe frecuentemente en ciertas razas con predisposición (por ejemplo, Bulldog, Basset Hound, Teckel, Carlino, Shar Pei, Cocker) y en los perros obesos. Los pliegues cutáneos representan un entorno cálido y húmedo, propenso a la maceración y a la colonización bacteriana.
Inicialmente, el cuadro clínico se caracteriza por eritema y exudado seroso, seguido rápidamente por erosiones cubiertas por costras purulentas y malolientes. Si ocurre una cronificación, aparece liquenificación e hiperpigmentación de los pliegues. Estas lesiones normalmente son dolorosas y pruríticas.
Pioderma mucocutánea
La pioderma mucocutánea es una infección bacteriana de las uniones mucocutáneas. No es un proceso muy frecuente y se cree que los pastores alemanes tienen predisposición a este trastorno. Afecta a las comisuras de los labios y, más raramente, a los orificios nasales, vulva, prepucio y ano.
El cuadro clínico se caracteriza inicialmente por eritema e hinchazón de los labios y, progresivamente, por erosiones, fisuras, úlceras y costras. Las lesiones primarias afectan a la unión mucocutánea de los labios y no al pliegue de los mismos. Las lesiones, por regla general, son bilaterales y simétricas y, a menudo, dolorosas.
Síndrome de sobrecrecimiento bacteriano (BOG, bacterial overgrowth syndrome)
El síndrome de sobrecrecimiento bacteriano es un trastorno cutáneo común, pero que sólo ha comenzado a describirse recientemente. Las bacterias (estafilococos) se multiplican activamente en la superficie de la piel y no penetran en la epidermis. Está asociado frecuentemente con la dermatitis atópica.
Las lesiones aparecen inicialmente en las zonas húmedas (axilas, pliegues del cuello, zonas inguinales) y se extienden rápidamente hacia el tórax ventral, abdomen y zona perianal. Los síntomas clínicos incluyen eritema generalizado, liquenificación, escamas, alopecia e hiperpigmentación. Estas lesiones cutáneas son malolientes y a menudo muy pruríticas.
Impétigo
El impétigo es una pioderma superficial no folicular caracterizada por pústulas grandes no foliculares.
• El impétigo juvenil aparece frecuentemente antes de la pubertad. El cuadro clínico se caracteriza por numerosas pústulas grandes y no foliculares con una base eritematosa, limitadas al abdomen ventral, zonas inguinales y axilas. Estas pústulas contienen un pus amarillento que se seca para formar costras de color miel después de su ruptura. El prurito es de ligero a moderado.
• El impétigo adulto se describe raramente y siempre está asociado con una enfermedad sistémica o una condición cutánea subyacente. El impétigo pustular se da después de microtraumas repetidos (por ejemplo, la caza).
El cuadro clínico se caracteriza por pequeñas pústulas no foliculares distribuidas sobre todo el cuerpo. El impétigo bulloso se describe en perros con hiperadrenocorticismo. El cuadro clínico incluye fiebre y grandes pústulas amarillentas no foliculares que rápidamente desarrollan costras espesas y malolientes.
Foliculitis
La foliculitis es una pioderma superficial folicular caracterizada por pústulas foliculares (centradas sobre la unidad pilosebácea). La foliculitis bacteriana cuenta con una gran diversidad clínica: pápulas y pústulas foliculares, collarín epidérmico, máculas hiperpigmentadas, zonas de alopecia numular (en forma de moneda), descamación y costras pequeñas, además de lesiones en forma de diana (hiperpigmentación central y eritema periférico).
• La foliculitis secundaria se asocia frecuentemente a otro trastorno cutáneo o enfermedad sistémica. Estas piodermas superficiales son secundarias a alteraciones estructurales frecuentemente presentes en enfermedades cutáneas pruríticas, tales como las alergias. Los estafilococos y otras bacterias penetran en las zonas excoriadas que pueden considerarse como portal de entrada para la infección. El cuadro clínico se caracteriza por numerosas pápulas y pústulas foliculares pruríticas que se desarrollan rápidamente para formar collarines epidérmicos, escamas y costras distribuidas de forma general por el tronco.
• La pioderma superficial diseminada también es llamada “hipersensibilidad bacteriana”, a pesar de que la hipersensibilidad a los estafilococos no se ha demostrado formalmente en los perros. El cuadro clínico se caracteriza por eritema, pústulas foliculares, lesiones en forma de diana (con un centro hiperpigmentado), placas seborreicas y bullas hemorrágicas. La pérdida multifocal de pelo da un aspecto “apolillado”. A menudo el prurito es severo.
• La “dermatitis acral por lamido” está asociada frecuentemente con una pioderma profunda (foliculitis y forunculosis). Las lesiones se localizan en el carpo y/o tarso; se caracterizan por una o más zonas de alopecia eritematosa circunscrita y bien demarcada y que rápidamente se convierten en placas duras, erosivas y supurantes. Estas lesiones pueden ser muy dolorosas.
• La foliculitis piotraumática consiste en un subgrupo clínico de dermatitis piotraumática. Las razas grandes (Labrador y Golden Retriever, Leonberger, Gran Danés, San Bernardo) tienen una predisposición a esta condición. Los síntomas no se pueden distinguir de la dermatitis piotráumatica superficial e incluyen una dolorosa placa supurante, edematosa y rezumante rodeada de pápulas y pústulas foliculares “satélites”.
Piodermas profundas
Las piodermas profundas se caracterizan por la invasión de la membrana basal por parte del proceso infeccioso, para entrar en la dermis y, a veces, en el subcutis. Estas piodermas son menos frecuentes pero también son más severas que las piodermas superficiales. Se pueden observar síntomas sistémicos tales como fiebre y linfoadenopatía. En los casos extremos, puede producirse septicemia.
Staphylococcus intermedius es la bacteria más frecuentemente implicada en las piodermas profundas, pero otros organismos tales como Pseudomonas spp.,Proteus spp. y/o Escherischia coli se aíslan habitualmente o están asociados aStaphylococcus intermedius. En algunos perros, Pseudomonas aeruginosa puede ser, per se, el germen patogénico primario implicado en las piodermas profundas.
Forunculosis
La forunculosis se caracteriza por pústulas (forúnculos) correspondientes a la ruptura y necrosis de folículos capilares. Los restos purulentos y la queratina liberados conducen a una reacción de cuerpo extraño con inflamación marcada y formación de un granuloma.
• El acné ocurre principalmente en perros jóvenes que pertenecen a razas predispuestas (Bóxer, Gran Danés, Dobermann Pinscher, Labrador Retriever). Todavía no se entiende claramente la verdadera patogénesis, pero probablemente es diferente que la patogénesis en los seres humanos.
• La forunculosis localizada es secundaria a un trauma repetido. La ruptura del folículo capilar es responsable de la reacción inflamatoria por cuerpo extraño con una rápida infección bacteriana secundaria.
• La forunculosis interdigital es un trastorno cutáneo que se ve a menudo en los Boxers, Shar Pei y Bulldog, y está caracterizada por forúnculos solitarios o múltiples o nódulos firmes entre los dedos. Se observan regularmente lamidos, dolor y cojera.
• La forunculosis de punto de presión, también conocida como “pioderma de callo”, se desarrolla debido a un trauma constante en el callo. Esta pioderma profunda ocurre principalmente en animales de razas grandes (Pastor Alemán, Labrador Retriever, Gran Danés). Las lesiones se limitan a ciertas zonas del cuerpo (codos, corvejones, caderas, dedos laterales) e incluyen muchos forúnculos dolorosos que rápidamente se convierten en celulitis.
• La forunculosis generalizada se en-cuentra raramente y con frecuencia es una consecuencia de la foliculitis generalizada sin tratar o mal tratada. Los síntomas clínicos incluyen numerosas pústulas eritematosas o hemorrágicas, fístulas y costras espesas. Puede ser que estas lesiones afecten a toda la superficie de la piel.
• Recientemente se ha descrito la forunculosis por excesivo acicalamiento. Esta enfermedad se debe normalmente a un exceso en frecuencia o intensidad del peinado, corte de pelo o baño de las mascotas. También puede sospecharse una contaminación del champú por Pseudomonas spp. El cuadro clínico se caracteriza por lesiones eritematosas, erosivas y rezumantes de un típico color verdoso.
Celulitis
La celulitis se desarrolla debido a un proceso infeccioso difuso y diseminado que tiende a penetrar ampliamente por los planos del tejido, afectando a la dermis y al subcutis. La celulitis ocurre frecuentemente de forma secundaria a la forunculosis. El cuadro clínico a menudo proviene de la coalescencia de forúnculos e incluye una tríada de lesiones: formación de fístulas, necrosis y supuración. Los síntomas generalizados pueden ser severos e incluyen fiebre y septicemia.
• La celulitis localizada puede desarrollarse como secuela de la forunculosis localizada.
• La celulitis de punto de presión se desarrolla a partir de la forunculosis de punto de presión. Los síntomas clínicos se caracterizan por úlceras profundas, supuración, fístula y edema.
• La celulitis perianal es un trastorno cutáneo controvertido. Es probable que la celulitis perianal y la forunculosis anal sean la misma enfermedad en la que el proceso bacteriano es secundario.
• Raramente se encuentra la llamada celulitis podal. Una o varias patas pueden verse afectadas y puede haber alopecia, eritema, fístula, úlceras y costras en los aspectos palmares y plantares de los espacios interdigitales. Se observa frecuentemente prurito (lamer, masticar) y un dolor de moderado a severo (cojera).
• La celulitis generalizada es una pioderma profunda severa en los perros y puede estar asociada con síntomas sistémicos; las posibles causas se ilustran en el cuadro.
Causas subyacentes de celulitis generalizada
• Demodicosis
• Iatrogénica (glucocorticoides)
• Trastornos endocrinos: hiperadrenocorticismo, hipotiroidismo, diabetes mellitus.
• Enfermedades sistémicas: leish-maniosis, ehrlichiosis, lupus eritematoso sistémico.
• Tumores
Diagnóstico
El diagnóstico de una pioderma canina se basa en la historia, un riguroso examen general clínico y dermatológico y pruebas diagnósticas.
Citología
La citología es fácil de llevar a cabo en la clínica veterinaria. Se pueden emplear distintos métodos (frotis de impresión, preparados de cinta scotch, frotis). El examen citológico es rápido, económico y sencillo.
• En las piodermas de pliegues cutáneos, los frotis de impresión revelan neutrófilos, cocos extracelulares o bacilos extracelulares e intracelulares y cocos fagocitados (colonización bacteriana).
• En el síndrome de sobrecrecimiento bacteriano, los preparados de cinta scotch muestran numerosos cocos extracelulares. Se pueden observar levaduras del género Malassezia.
• En el impétigo y la foliculitis el examen citológico del contenido pustular muestra neutrófilos degenerados (células hinchadas y pálidas con núcleos hipersegmentados) y algunos cocos intracelulares (invasión bacteriana). También puede haber abundantes cocos extracelulares. Sin embargo, la fagocitosis en la superficie de la piel es menos preocupante que si se encuentran bacterias intracelulares en muestras procedentes de lesiones profundas.
• En la forunculosis y la celulitis, la citología raras veces revela la presencia de bacterias. En la forunculosis, se observa una reacción piogranulomatosa compuesta de macrófagos, células plasmáticas, eosinófilos y neutrófilos.
Histopatología
Las biopsias cutáneas raramente se llevan a cabo para diagnosticar las piodermas.
Cultivo y sensibilidad bacterianos
No es necesario llevar a cabo de forma sistemática el cultivo y la sensibilidad bacterianas para diagnosticar una pioderma. Están indicados, en cambio, en las piodermas profundas cuando la citología evidencia la presencia de bacilos o flora bacteriana mixta y cuando el tratamiento empírico con antibióticos no conduce a una remisión clínica.
Autores: 1 Ralf S. Mueller, Catedrático, 2 Eric Guaguère
1 Dr. med. vet., DipACVD, FACVSc, DipECVD, 2 Doct. Vét., Dip.ECVD, DESV DV
Fuente: www.portalveterinaria.com